domingo, agosto 26, 2012

Cuatro reflejos en el espejo

Miro a mi alrededor...
cuatro pares de ojos me devuelven una parte distinta de mi alma,
sin alguna de ellas me sentiría incompleta
y no quiero dejar de lado ninguna de las metas,
somos simplemente polvo de estrellas
que juegan a ser ayudantes del planeta...

Parte uno:
El caballero de espada reluciente
quien comprende mis compromisos por honor,
quien respeta mis decisiones sin pedir explicación,
quien comparte ese deseo de valorar estructuras y fuerzas,
quien con sólo tocarme me recuerda mi misión.

Parte dos:
El Sol reluciente que controla mi Luna
quien pone límites a mi desborde emocional,
quien me hace recordar que no somos siervos de ninguna ley universal,
quien repite una y otra vez a mi oído verdades de libertad,
quien me ubica en mi aquí y mi ahora 
más allá de un beso pasional.

Parte tres:
El compañero álmico de mi ser virgoniano
quien vuela conmigo mágicamente,
quien canta conjuros de vida y muerte,
quien puede hacerme perder la cordura humana,
quien le da fluidez a mi tierra cuando a través de sus ojos veo mi alma.

Parte cuatro:
El centauro alcahueta mágico
quien siempre responde al llamado de auxilio,
quien sin preguntar razones me empuja al exilio de la cotidianidad,
quien me muestra mis mayores esperanzas de cambio,
quien me espera al otro lado del lago 
aunque yo tarde en encontrar mis pasos.

Somos muchos en la misma mesa
y por eso no puedo quedarme demasiado tiempo en un mismo lugar,
pero ahora sé que cada uno cumple con su parte especial...


lunes, agosto 20, 2012

Entre sueños azules

Hace algunos días y muchos siglos atrás, la mariposa alzó sus ojos al cielo y le pidió a las estrellas entender qué significaba aquel encuentro en su plan de vuelo. Los dioses de los sueños quisieron responderle con algunas imágenes sentidas oníricamente, de esas que ella tan bien comprende, pero se les fue la mano en la respuesta y ella la sintió en la espalda aún estando despierta.

Desde entonces, una presión en su campo de acción recorre su columna vertebral, recordándole que es luz, que es voluntad, que sus sentimientos deben moverse hacia afuera con la fuerza del amor y que existen almas que han pactado encontrarse por fracciones de segundo, sólo para cumplir una misión... ayudarse a despertar y no perderse en el camino transpersonal, que da vida creativa a quienes quieran escuchar.

Esta es la historia que despertó un poco más las conciencias y ha hecho que desde entonces algunos se cuestionen viejas creencias...

Moira y Tierra recorren un largo camino en tren, van a hacia la libertad del campo, un lugar donde saben que pueden conectar con duendes, recuerdos y herencia ancestral. Antes de llegar al destino, bajan del tren y encuentran un espacio para comer y descansar. Se encuentran también con viejos amigos, con personas que las invitan a compartir sus anécdotas y sus aprendizajes. Mientras Tierra enseña un poco sobre la libertad en la vida, Moira se encuentra con dos seres vestidos de azul de pies a cabeza, que la acompañarán en el resto del recorrido.


Los seres azules, vestidos de voluntad y fuerza de acción espiritual, son una bebé y un hombre. La bebé, hermosa y sonriente; el hombre, seguro de sus acciones y firme en las instrucciones que pone en práctica. Moira alza en sus brazos a la bebé y no puede evitar decirle palabras cálidas y amorosas. El hombre, la toma de la mano y caminan juntos hacia la salida del espacio de descanso, listos para comenzar el resto del camino hacia su destino en el campo.

Recorren juntos, al mismo paso, una estrecha carretera de madera. La bebé ha desaparecido del entorno y Moira se pregunta si la habrá guardado en alguna parte de su equipaje. De pronto el hombre comienza a caminar más de prisa, suelta la mano de su compañera y corre por el camino de madera. Moira lo llama a gritos desde atrás, le dice que no puede seguirle el paso, que la espere, pero él parece no escucharla y ante la angustia de ser abandonada, ella comienza también a correr con tal de no perder de vista su espalda. Cuando lo alcanza, se encuentran al borde de un río y saben que deben cruzarlo si desean alcanzar el otro lado del camino.

Ante el asombro de Moira, en el río caudaloso que los separa de su destino, hay varios cubos de colores que se balancean peligrosamente formando un puente. Es la única forma de atravesar las aguas, pero ella tiene miedo y él, confiado y contundente, le advierte que si no lo cruza se quedará sola, pues el avance no puede evitarse y de forma repentina comienza a brincar de cubo en cubo alejándose de la orilla.

Moira entra en pánico, cree que se resbalará de los cubos y morirá al caer al agua; sin embargo, al ver que su compañero cada vez está más lejos, comienza a brincar hacia adelante... uno, dos, tres cubos, cae al agua, comienza a ahogarse, la invade el miedo, no puede respirar y cada vez se hunde más, alza entonces un brazo fuera del agua pidiendo ayuda y se rinde ante el hecho de que puede morir si intenta salvarse sola. Una mano se aferra a ella y alzándola sin esfuerzo la pone a resguardo del otro lado del río. El hombre, su complemento masculino, no la ha dejado ahogarse, pero ella tuvo que intentarlo y tirarse al vacío confiando.

Una vez puesta en suelo seco, encuentra de nuevo a la bebé, que siempre ha ido con ellos a lo largo del recorrido. La toma de nuevo en brazos, la colma de cariño y palabras hermosas. La bebé se ríe, se muestra amada y segura. El hombre le dice entonces que es hora de hablarle a esta bebé sobre su mamá. Moira contesta que no sabe quién es su madre, no la conoce. El hombre la mira directo a los ojos, conecta con su alma adormecida y le repite muchas veces que ella sabe quién es la madre de esta niña, que ella la conoce mejor que nadie y que ya es hora de encontrarse con la vida.

Ante esta conexión de miradas álmicas y por la fuerza de las palabras, la Mariposa abre de repente los ojos en medio de la noche y se desata la presión en su tercer chakra por la espalda. Pasan ante sus ojos imágenes del guerrero externo y comprende que él le ha estado reflejando una fuerza de acción interna que ella guarda en su corazón, como guerrera de la diosa que ha sido desde el inicio de los tiempos.

No está segura si esta bebé vestida de azul es ella misma renaciendo en voluntad divina para cumplir con su misión o es la hermosa niña que ya ha visto otras veces anunciando su procreación; pero independientemente de quién sea, sabe que es un comienzo de nuevas aventuras, de otras relaciones, de emociones frescas, novedosas acciones en su vida. El río, sus emociones. Los cubos, las estructuras que pueden darle seguridad en medio del desborde emocional, pero que deben ser también flexibles ante tanta humedad de corazón sensible. El hombre, su parte masculina, fuerte, mental divina, la protección que unas reglas de acción pueden ofrecer y que también la llevan a avanzar por la vida.



Reflexiona entonces qué tiene esto que ver con su petición a los dioses la noche anterior. El soldado, el guerrero, el compañero que aceptó cruzarse en su camino en este momento, la ha ayudado a recordar que la fuerza externa comienza en el interior del corazón y, que aunque algunas personas, o muchas, critiquen una elección de vida, si es algo que se siente en las vísceras, debe defenderse ante cualquier cuestionamiento que hagan quienes no comparten esta pasión. Cae en cuenta de que ambos son guerreros, almas fuertes que buscan un lugar de pertenencia que les recuerde su misión... uno hacia lo social, otro hacia lo espiritual, pero al final del camino, con igual determinación.



Siguen los mensajes, sigue la comunicación... 

domingo, agosto 12, 2012

Entre mensajes y aprendizajes: Resultados de la desenmascarada sureña

El mensaje suave y acelerador del corazón fue enviado,
se contaron los segundos, los minutos,
se contuvo el aire cuando un sonido avisó que había una respuesta...

Lentamente me acerco al aparato
y con manos temblorosas ante la posibilidad del rechazo
leo expectante las frases que has colocado,
un gracias aliviante, un bonita acercante, una esperanza de cambio...

Pasan las horas,
los momentos de tensión cuando sé que debés hacer esto para despejar cuestionamientos,
pasan los días
y parece que aún te pierdo...

Compenso,
libero exclusividades,
ante el asombro de los expectantes me muestro,
fuiste un maestro en el arte de llevarme al punto cero,
me voy a casa con alguno de los cuerpos
mientras tranquilizo la mente y el corazón para respetar tus tiempos...

Sí, se que soy complicada,
sí, se que sos complicado,
sí, se que nos enredamos en el juego sin quererlo
o quisimos arriesgarnos a pesar de saberlo...

Cae nieve por la ventana y sé que hoy no será el día,
elevo la temperatura del ambiente
para no extrañar aquel calor de tu cuerpo recostado en mi vientre,
te mando amor y libertad,
para que podamos por fin encontrar el momento de volar...


sábado, agosto 11, 2012

Desenmascarada sureña

Una vez me dijeron que en el sur iba a encontrarme con mis verdaderos yoes, sabía entonces ya desde hace tiempo que no podría seguir ocultando sentimientos, pero lo que no me avisaron, fue la forma de caerse a pedazos los rostros que me había venido pintando.

Después de múltiples discusiones sobre jerarquías emocionales y sexuales (el Manual del 1, 2, 3, como le dice mi amigo sauce, que por ahora está en borrador y algún día publicaré), de muchas explicaciones a los rostros que me miraban con ironía e incredulidad ante tanto razonamiento, de echar a perder oportunidades de conexión por prejuicios y críticas externas, después de tanta desestructura interna, vino una de mis maestras y me lo reflejó en palabras sencillas: "mostrá quién sos, qué sentís, más allá de la respuesta del otro, sin prever reacciones, ni temer decepciones, simplemente diciendo lo que hay en tu corazón... que te chupe un huevo lo que el otro tenga que decir al respecto, son tus emociones, tus deseos, tus decisiones".

Creía tan superado esto de las máscaras y de pronto me doy cuenta de que sigo siendo posera, versera, histérica, preocupada por el qué dirán, deseosa de aprobación, temerosa del rechazo, de corazón alcachofado, con ganas de no estar sola. Todo esto encubierto por una fachada de diosa superada, mujer madura experta en despachar compañeros de cama, tentación inalcanzable o incontrolable, reina de corazones que va quitando suspiros a su paso y un poco más de ego que se infla con cada conquista a lo largo de los años.

Admiro tanto a quienes he conocido en el camino, que no se guardan sus sentimientos y los lanzan al aire simplemente sintiendo, escribiendo mensajes, canciones y poesías con nombres y apellidos, diciéndole a sus objetivos de amor qué desean. Al mismo tiempo los sentía tan necesitados de compañía que no me atrevía a compararme con ellos, más allá de un anhelo de obtención de lo que deseaba mi corazón. Pero resulta que en el fondo del alma, cuando a solas me encontraba, gritaba en silencio por tener un poco de ese valor para luchar por el amor, "chupándome un huevo o importándome un bledo", como se le quiera decir, el exponerme a sentirme vulnerable. Deseaba con todas mis fuerzas tener su valentía y decirle al mundo cómo me sentía.

Pues hoy bajé la guardia, escribí el mensaje más afín con lo que deseo decir... aún no lo he enviado a la persona remitente, aún aguardo un momento seguro para hacerlo. Vamos, que los cambios son poco a poco y todavía siento temor de exponerme, exponer mi vulnerabilidad emocional, sentirme rechazada o ridiculizada ante otras personas, creer que estoy rogando por cariño, no obtener lo que desearía que me dieran sin tener que pedirlo. Mi omóplato izquierdo, aquel con el cual sostengo el escudo, salta inmediatamente y se rigidiza; estiro entonces la columna a como he aprendido en yoga (entrenamiento corporal), me repito que somos uno y nada puede hacerme daño a como he integrado en alquimia (entrenamiento emocional y mental), recuerdo lo que vine a hacer esta vez como Moira y Marina a como he conscientizado en astrología (entrenamiento espiritual) y doy otro paso de bebé hacia mi transmutación en sacerdotiza de la diosa, lo que simplemente significa, saber qué quiero, crearlo y obtenerlo, sin temores, sin culpas, sin reproches, simplemente viviendo.

El Árbol de la Vida va en crescendo, el Alma sabe que no se trata de determinadas personas, sino de soltar viejas creencias que nos han limitado a lo largo de las experiencias y que cada ser que se cruza por nuestra vida nos trae un aprendizaje. Por eso no puede haber amarres, pero tampoco la frialdad del hielo que ha venido evitando los acercamientos.

Voy pariéndome entonces a mí misma, dejando que sea la fluidez quien decida.

domingo, agosto 05, 2012

Cuento de relaciones arácnidas

En estos días no tenía palabras para expresar la conclusión enfermiza a la que había llegado sobre fetiches, gustos personales y relaciones humanas enredadas en el fondo del cajón... viene entonces el Duende que lee mi mente y corazón, y logra expresar desde su propia vivencia sincrónica lo que mi boca se guardaba por confusión...

"El Ser Araña 


Sentado con su amiga Soledad, entra alguien nuevo, vino buscando algo extraño, vino por el poderoso olor dulce de la ternura en sus labios. Hay una trampa mortal para todo el que entra en su cárcel, envuelve, cocina, y sus palabras envenenan. ¿Cuánta experiencia tiene ya? Lo siente tan normal como la sangre por sus venas.


Y en las horas en que la Luna reina, lo mata y guarda su cabeza, un trofeo más en la vitrina de amoríos y sexo. Una vitrina que comenzó con aquel encuentro, cuando todo era perfecto, hasta que llegó alguien más y no se detuvo hasta tenerlo todo. Pero al final la culpa solo es de uno, de esa cabeza que sonríe, que parece que sigue teniendo pensamientos filosóficos y matemáticos, pero no, está muerta, es un premio.


Otra más, una de las más importantes, ha sido la más costosa de cortar, no tiene posición ni lugar, solo está lugares después de tantas que ha cortado ya. Esta victima descubrió como engañar al poderoso ser, tan parecido a las arañas a las que teme por su bien. Si, una cabeza bien cuidada, con machas de lágrimas, una que engañó para salvar su vida, pero su teatro no duró, tan solo un año de mentiras.


Y así sigue la colección, sin dolor y sin temor, cada vez que alguien sigue el olor dulce de su amor, queda atrapado y muere en la telaraña que tejen juntos para el placer. ¿Cuánto durará? Solo él tiene el poder de parar y aun así, se siente tan a gusto en la tumba de su vida, se siente tan preso que no cambia, ni lo necesita... O tal vez si, pero prefiere no pensarlo, la vida es simple sin amor, la vida es simple matando.

Publicado por Chronos en http://cronosenproblemas.blogspot.com.ar/2012/08/el-ser-arana.html?showComment=1344176275251#c3542731921074072675 "

sábado, agosto 04, 2012

Cerrando Círculos

Como el agua que fluye por la montaña
y las nubes que recorren el cielo,
la noche nos trajo la calma
de contar estrellas en medio de los silencios,
fue una despedida de almas,
saber que somos libres de buscar otras camas,
encontrarnos sólo por satisfacer la piel y sus ganas
y no desgastar ansiedades pasadas.

Lo sentí en el pecho al decirte adiós,
lo sentiste en mi cuerpo al salir por el portón,
sé que volveremos a vernos cuando el Sol se ponga,
pero ya no seremos los mismos que nos arrancamos la ropa,
pues llegamos al punto de inicio de nuevo
donde nos despojamos de todo recelo.




Fuego-Hielo

Una mano,
unos labios,
una piel,
un suspiro,
unos ojos en blancos,
una sonrisa,
un abrazo,
de pronto nos olvidamos
de que estamos sólo jugando,
tu cuerpo caliente quema mi espalda,
mi cuerpo helado te despierta las ganas...

miércoles, agosto 01, 2012

Apoyo mutuo

Conocemos la dificultad de mantener la distancia,
sabemos que nos cuesta controlar la piel y sus ganas,
es doloroso hasta los huesos no contestar una llamada
y luchamos con los dedos que quieren saludar por las mañanas...
no sos el único que lucha con los impulsos del alma,
pero me jugás sucio cuando mandas palabras
que sabés que deseo escuchar antes de levantarme de la cama


Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno