miércoles, septiembre 26, 2012

El roce de una mano prohibida

Sin previo aviso hubo un cruce de miradas,
no era tu lugar de costumbre,
no era tu espacio de andares nocturnos,
no era el momento de desear que tus labios me partieran la boca a besos,
no era el día apropiado para vernos...
te doy la espalda,
hago que no te veo,
doy por descontado que no vas a avanzar en el juego,
salís sin saludarnos con mucho respeto,
pero antes de que nadie comprenda lo que pasa
una de tus manos no puede evitar rozarme la espalda...
provocando que mi piel reaccione espontáneamente
y que mi cuerpo te desee como siempre...
vago desde entonces por el tiempo y el espacio
sintiendo el calor de tu mano que atraviesa mi cuerpo
y el recuerdo de tus besos invisibles sobre mis labios  mojados de anhelos

Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno