Tengo las palabras en la punta de la lengua,
sé muy bien por dónde irá la tregua,
he practicado muchas veces esta despedida
y sin embargo, cuando sé que se me irá la vida
me detengo suspirando un poco de paciencia,
con esta niña traviesa que piensa...
con esta Moira consciente que desea partir...
con este corazón de alcachofa que creer morir...
con mi alma que desespera por volverte a sentir...
tengo entonces que comenzar de nuevo a respirar,
verme como siempre sentada en mi pirámide violeta cristal,
recordar los pactos,
saber que es sólo un paso,
conectarme con el azul del horizonte que me espera,
encontrar la paz en el recuerdo que explica el más allá...
y lucho entre las ganas de llevarte en mi equipaje
contra esta necesidad de estar libre a la hora de hacer el viaje.
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