Él quería seguir durmiendo y eso causaba estragos en el equilibrio a su alrededor,
ella gritaba para despertarlo y eso hacía que se alejara de su interior,
él decidió no moverse sin explicar la razón,
ella optó por alzar el vuelo y encontrar el camino sureño que una vez la unió,
él comenzó a preocuparse por la ausencia y triangulación,
ella seguía sus latidos sin perder de nuevo el corazón,
él se preguntaba si volvería,
ella sabía que no era esa la pregunta que valía,
pues como todo cambio de estación
llegaría el día después de la noche oscura,
ella seguiría volando sin esperar que él despertara,
él tendría sus momentos de claridad de alma,
ella iría sanando heridas que aún goteaban,
él descansaría de la deuda que cargaban,
ella pronunció palabras sabias,
él por fin escuchó algo que anhelaba...
¿despertaron? --- pregunta la niña expectante del cuento de hadas
y un canto recordó que siempre hay esperanza.
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