Luna Llena en familia wiccana

Hoy es noche de Luna Mágica, de colores tornasoles, de danzas  bajo los árboles y de hechizos rompecorazones...

Desde hace muchas lunas nos reunimos en familia alrededor del fuego para celebrar las fiestas a la Diosa.


Somos almas hermanas que danzan, cantan, meditan, visualizan, sellan, mantralizan y juegan con la magia como parte de su vida cotidiana, sabiendo que en el aire que compartimos a través del espejo de obsidiana, se respira amor y compañía que viene de muchas vidas.

Somos seres de la noche, disfrutando de la luz de la Luna, aullando, contemplando con nostalgia y jugando con la energía femenina que nos llama.

Hoy, en Luna Sagitriana, Luna de Fuego Antiguo y caída de máscaras, necesitábamos enraizarnos a Gaia, a este mundo mágico que nos viste de seres humanos, para intercambiar experiencias y opiniones, develar viejas promesas y predicciones, recordar historias bochornosas, tomarnos el jugo de los dioses, visualizar colores y transiciones... juntos, como siempre lo hemos hecho, como venimos retomando desde que tenemos otros recuerdos.

Hoy, más que nunca, disfruté de las sonrisas, de los desastres, de las conjeturas hermanables. Retomé caminos y agradecí al universo por compartir este sendero de lobo y vampiros conviviendo, desde el infinito y hasta alcanzar los límites del tiempo.

¡GRACIAS POR SER Y ESTAR, GUARDIANES DE LA NOCHE, GUERREROS ARCO IRIS Y HERMANOS EN LA LUCHA DEL HEROE/HEROINA QUE NOS HABITA!