Piel con piel,
brazo con brazo,
el roce de una mano nos lleva al delirio,
resulta que desear se ha vuelto un castigo,
cuando nos encontramos en medio del peligro.
Me pregunto,
a qué viene todo el alboroto?
no se supone que sos del cuerpo por gusto sin compromiso?
para qué tanta insistencia si no te atrevés a cruzar la puerta?
Seguimos entones en la danza
donde me hago la disimulada
mientras veo cómo te carcomen las ganas...
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