Anoche un gran hombre me recordó lo efímero de las conexiones: "se reconocen pero si no es el momento puede no darse, ve nosotros por ejemplo, ella estuvo a punto de seguir su camino y yo de irme, pero resolvimos cosas previas sin saberlo y aquí estamos". Eso puso una nueva perspectiva en lo que estoy trabajando, en este camino de mariposa que no se queda mucho tiempo en ningún lado y alza el vuelo en cuanto siente el peligro del amarre pasajero. Este mago experto en recuperación de adicciones me reafirmó con su capacidad de percepción, las razones que pudo tener mi alma para mantener imágenes en negro, huecos en las escenas que no me permitían ver en ese momento; pero también hizo énfasis en que no debía tratar de controlar las razones de los otros para haber contactado de nuevo, aún cuando mi memoria no se hubiera despertado en aquel instante del tiempo. "Despegá tus pies del piso -- me dijo -- tantas veces como querás hacerlo, dale espacio a tu propia elección de pareja con permiso para disfrutar de sanar cualquier apego que los haya hecho encontrarse de nuevo, pero no le cerrés las puertas a la posibilidad de jugar una vez más ya sin tantos miedos, simplemente dejando que el corazón te guíe cuando sienta necesario retomar direcciones y horizontes pintados por terceros". Lo extraño de todo esto, es que mi corazón aún quiere encontrar los brazos que anhelo y compartir los sueños de estabilidad solar que ya conoce, pero después de superar la prueba con el mago y romper los lazos kármicos lunares de esta vida y las pasadas, en lugar de sentirse como la idea descabellada que rechacé desde el principio de los tiempos, algo a lo que no deseo ponerle palabras simplemente pasa... "me preocupa verte tan dispuesta últimamente a tirarte al vacío", me dijo quien conoce ya muy bien mis caras. Bueno, pudo también no darse nada, pero con qué fin ocurrió, es algo que aún no tiene respuesta en mi conciencia, así que simplemente me aferro al cordón que jala mi corazón con el viento y me mueve según lo que mis maestros de luz y mi ser interno han querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario