Destinos

El camino rojo fluye... hay tantas posibilidades que a veces me mareo al tener que elegir. Cuando creía que ya tenía una meta clara, se me amplía el panorama y me doy cuenta de que no es un objetivo lo que me hace vibrar el corazón, sino una perspectiva de vuelo que puede acompañarme en cualquier rincón. Entro aquí en la disyuntiva de qué valorar para tomar la decisión... ¿el gusto por volar, costos del vuelo, tiempos, funcionalidades?


Una de mis brujas maestras me recuerda... ¡¡no te vayás por lo que cuesta, decidí si querés tener la experiencia!! ¡¡Sí la quiero tener, PERO eso implica muca espera!! Entonces traigo a la memoria otra eseñanza perfecta... cuando hay un "pero" después de una oración, debemos tomar en cuenta que existen razones de peso para no tomar la decisión. PERO ESO IMPLICA MUCHA ESPERA. Así que me pongo una marca de tiempo... todo depende de cuándo comience el curso que QUIERO.

Costa Rica, Argentina, la India... vuelo por el mundo, teniendo sedes de descanso y aprendizaje. ¿Será que puedo ser tan libre como para volar casi sin equipaje y disfrutar de cada amanecer en un nuevo puerto de la vida? Mi hada caribeña me dio una nueva perspectiva y poco a poco van cayéndose las máscaras estructurales que alguna vez marcaron mi destino. Ya no hay un corazón de hielo deseando atarse a un lugar específico, ya no hay un alma preocupada por sus acciones trascendentales porque entiendo que soy una y mil partes, ya no estoy añorándo-te en mis sueños más allá de cada encuentro, ya no soy quien se queda a la deriva buscando una salida.

Mi mayor aprendizaje en este cambio de vida... NO PUEDO PLANEAR, vivo el momento a momento tomando desiciones según lo que siento y sé que te encontraré en algunas partes del camino, con muchos rostros, con diferentes nombres, con varios cuerpos que me despertarán pasiones. Sé que vamos aprendiendo juntos y cada uno en su sendero, sé que ya no somos los niños que jugábamos a comprometernos. Sé que te quiero libre y feliz, cumpliendo tus seuños a toda costa. Sé que te quiero orgulloso de quién sos más allá de mi valoración. Sé qué quiero, por qué, cuándo y cómo.

Encontré mi lugar en el mundo... me dijo una de esas estrellas que pescamos en la vida. Encontré uno de esos lugares que me conectan... resonó en mi pecho mientras descansábamos bajo el cielo. Te reconocí de mis días como viajero... me dijo aquel extraño personaje tan familiarmente conversable. Soy un usuario de tus terapias y creo en tu forma de ver la vida, sé que el mundo me dijo pará y como no lo hacía, me encontré con todas las condiciones para aprender a através de esta herida... me dijo quien nos rescató del aburriemiento mientras esperábamos a que acabara el encuentro. Los reconozco de mis andares sincrónicos, con versatilidad de rostros y conexiones... me gritó desde el fondo del corazón mi niña interna asustada aún de perder lo que conoce.

Bariloche sigue dándome aprendizajes sorpresivos, aún a pocos días de mi partida y me confirma que es el lugar sagrado donde reconecto con mi vida...