"Siempre viendo dos opciones sin tomar en cuenta que podés elegir una tercera o encontrar un equilibrio"... estas fueron las palabras de una de mis compañeras de aprendizaje cuando se le pidió que visualizara mi aura. Resumió hermosamente el conflicto eterno que mi alma ha atravesado en esta vida y que mi hada caribeña también reflejó al explicarme cómo entro a una ilusión sin soltar recuerdos viejos.
De nuevo los triángulos pasajeros y eternos, de nuevo esta sensación de querer unir la tierra con el cielo, de nuevo el no poder decidir si te dejo o no me alejo. ¿Qué hay ahora de nuevo? Tengo la conciencia de no querer quedarme esperando a que algo pase. Sé que quiero decidir aunque se me parta el corazón por la mitad y tenga que sanar a punta de trabajo cotidiano y aplicado. Ya no quiero estar más en la indecisión que me hace tambalear los pasos.
No sé aún qué pasará. Sólo se que hay momentos en que deseo regresar corriendo a sus brazos y otros en que quieron viajar por varias horas para encontrarte donde un beso se convierte en huracán al rozarnos los labios. Así que dejo fluir.... intento al menos no pensarlo y dedicarme a mi propio trabajo espiritual. Ha sido intenso el camino y debo creer que por algo se dio de nuevo esta oportunidad de aprender a amar más allá de un sentimiento humano.
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