Con el corazón en pausa

Algo extraño me recorre el cuerpo,
una sensación entre liberad y escepticismo,
no sé aún si es que no te creo porque tus ojos ríen melancólicos
o porque sé que debemos seguir volando un poco más antes de regresar al nido...
sea lo que sea, mi corazón decidió suspender su marcha,
pausar el conteo de las horas y los días
sabiendo en el fondo que es simplemente una experiencia más
y volveremos a encontrar el camino como hace mucho tiempo atrás.

No existe angustia, no hay dramatismo,
no voy a irrumpir en la sala a media ceremonia para gritarte lo que callo,
no voy a imponerte mi presencia porque sé que me llevás en el corazón lastimado,
pero sí voy a respirar abiertamente este aire nostálgico,
a fumarme un cigarrillo en tu ausencia deseando que percibás el aroma de mis pensamientos,
a brindar por tu libre albedrío...

Voy a verte crecer desde la terraza de mi alma,
esperando el momento en que ambos volvamos a casa...

Un hada retomando la cordura

Podés odiarme por haberme ido... pero era necesario,
podés querer borrarme del espacio-tiempo imaginario que algún día compartimos,
podés desear que mi nombre no resuene en las paredes de la memoria que guardás adentro de tu alma,
podés olvidar una y mil veces mis labios partiéndote la boca de tantos besos que nos dimos,
podés, podés, podés...
pero mi cuerpo se mantendrá frío como el mármol hasta que volvamos a encontrarnos
y entonces, sólo entonces...
vamos de verdad a recordar lo que es ser humanos,
más allá de nuestras almas que jugando a herirnos se perdieron en la ilusión de separarnos.