Una Mariposa en Tinder: Conocer gente en el siglo XXI... todo un arte para las mujeres heterosexuales

Antes ella esperaba que algún amigo o amiga le presentara a otra persona, se conversaba un poco y si había química, después de unos días salían a comer algo, al cine. A las semanas, si la conversación seguía, podía haber besos, agarrada de mano u otros comportamientos. Quizás a los pocos meses se decidía si eran novios, lo cual estaba dado por hecho, pero había que corroborarlo con la pregunta típica ... ok, qué somos?

Con el tiempo, las cosas avanzaron y ella entraba discretamente a un lugar, sola o acompañada de su grupo de amistades, esperaba que alguna de las personas allí presentes volteara a verla para saber si había interés. Quizás la invitaban a tomar algo en el momento, se bailaba un poco, se conversaba, se intercambiaban números de teléfono, usuarios de facebook y si en unos días él llamaba se coordinaba  una salida solos. Como vamos avanzando, puede que ella buscara al chico y le preguntara si quería salir. Después de unos cuantos besos y quizás sexo, se define... ok. qué somos?

Pasa el tiempo, sigue existiendo el cruce de miradas, la presentación de los amigos, pero ya no tenemos mucho tiempo para estar saliendo, así que aparecen las redes sociales y las aplicaciones para conocer gente. Un software nos dice que somos compatibles y probamos salir varias veces a ver si acertó ... jajajaja, sino se pasa al siguiente. Se conversa por mensajes de texto, suena el timbre del chat mientras se hacen otras cosas como trabajar y nos preguntamos ... por qué nos cuesta tanto?? La obvia razón... no te estoy viendo en persona, sólo te conozco a través de una foto y si no sos muy conversador o si yo estoy en medio de una reunión (viendo el celu por supuesto), nos fregamos!

Para que los varones lo sepan, es todo un arte para una mujer heterosexual en pleno siglo XXI, conocer chicos sin ser tachada de puta, de rápida, de tonta, de virgen, de hembrista, de encerrada, de buscamarido, de calentona, de reprimida. ¿Suena complicado verdad? Es que vivimos en una sociedad donde la mujer sigue siendo observada constantemente bajo lupa y juzgada al primer "error" que cometa.

Así que aquí está mi propuesta. Usar las aplicaciones para conocer gente, sí, pues hay que adaptarse al correr de los tiempos, pero con la mente abierta a que van a encontrar muchos tipos de personas: a quien sólo quiere sexo; a quien no tiene tiempo de salir de su rutina y esa es su forma de hacer amigos; a quien busca enamorarse; a quien quiere saber si habría alguien que se apunte a ir al cine, de paseo, sin compromisos o con la apertura a algo más si pasa.

Con la franqueza de frente de decir lo que se quiere, para saber si se da Like o No a las opciones y sin asustarse los varones, si es la mujer la que busca conversación en el chat, manda un mensaje de primero o pregunta ... querés sexo?


Para ellos debe ser complicado también exponerse al rechazo, pero seamos honestos, no les gusta cuando una chica se acerca y los invita a una copa para conocerlos?

Es más fácil actuar que esperar, aunque no lo crean!

Saben qué? Decidí probar con una de estas aplicaciones y ha resultado divertido conocer gente fuera de mi círculo de amigos. Ahí les contaré a qué me enfrento cuando tenga un poco más de tiempo en esto!  :D

El apagado emocional

Recuerdo estar sentada en la mesa de una pizzería, conversando con un grupo de amigas, acerca de cómo extrañaba a mi Dragón de Tierra y las cosas que me dolían de sus silencios, de su negativa a visitarrme por puro capricho egoísta, de su indiferencia cuando vivíamos juntos y de sus traiciones tempranas en nuestra relación. Recuerdo el momento en que fue tanto el dolor que mi corazón comenzó a explotar y dije ... "a la mierda, apago el switch emocional".

Se levantaron mis murallas de hielo, mi corazón se apagó como hace tanto tiempo y me convertí de nuevo en la vampireza come hombres, que sólo coge por satisfacción personal y le huye al amor, a las conexiones cotidianas, al brillo en los ojos, a encontrarse desperezándose en la mañana al lado del hombre que ama.

¿Cuando había sido al última vez de este apagón? Ah sí, antes de que mi Dragón tirara abajo las barreras y me convenciera de volver a confiar en el sueño.... pero ahora buscaba otra vez dejar de sentir, salir por las noches a juguetear con la suerte y desaparecer al primer intento de retenerme.

Muchos destrozos emocionales han quedado por el camino cada vez que apago el corazón roto, pero aun así esto era mejor que volver a sentir el vacío del alma anhelado encontrar su mirada de dragón enamorado que ya no veía a la distancia.

Fui, vine, me acosté con quien quise, busqué la forma de no caer de nuevo en sus garras por más que me rogó. Hasta que un Ave Fénix me hizo recordar quién soy, qué me gusta, que quiero hacer el amor. Activó de nuevo el switch emocional y me di cuenta de toda la crisis que había causando en ausencia de mi consciencia.

Ahora estoy lidiando con las consecuencias de mis actos. Estos actos donde mi verdadero yo estaba apagado, mi corazón congelado y no actuaba como la Mariposa que realmente salió de la crisálida, sino como la niña caprichosa que simplemente jugaba con quien ofrecía su cuerpo por un rato.

Me encontré entonces con las personas adecuadas en momentos inadecuados, de nuevo volví a romper las promesas que les había hecho a las almas de un lobo y de un tritón mágicos... no pude evitarlo. La tendencia a atraernos fue más fuerte que los recuerdos y olvidé por completo mi compromiso de acompañar sus crecimientos. Hoy, al estar de nuevo presente en mi vida soy consciente de lo que he hecho, puse límites a la búsqueda que repetí en tantos siglos y espero no volver a caer en la tentación de apagarme el corazón por puro egoísmo...

Me da paz sentarme a decorar una botella de deseos, hago un ritual de apertura de círculo, doy gracias a mi diosa Luna y al Ave Fénix por devolverme al camino y envuelvo al lobo en la luz oro y plata que nos hará continuar adelante. Pido disculpas a los dioses por el desliz del apagado y espero no volver a necesitarlo.

Mabon me recuerda la necesidad de ir guardando las cosechas y preparándome para el invierno que aguarda el cierre de ciclos internos...

Despejando el sinsentido

Hace unas semanas pedí al universo que me iluminara la marcha,
sentía que daba tumbos a ciegas sin saber qué pasaba,
una sincronía por allá,
una coincidencia más,
pero en el fondo sabía lo que necesitaba...

De pronto me encuentro de pie en el centro del salón,
sola,
a oscuras,
sabiendo que todos se han retirado por alguna importante razón,
sintiéndome perdida con el camino de frente,
paralizada de terror ante lo que se evidenciaba a continuación:
comienza el tiempo de abstinencia y desintoxicación,
comienza la época de cerrar ciclos,
de soltar amarras de nuevo,
de partir hacia nuevos sueños.

Sé que me ha costado vidas enteras soltarte,
sé que me costará más aún mantener a raya mi costumbre de buscarte,
sé que debo seguir adelante...

Van quitándose de enmedio las distracciones que he tenido,
uno internado, otro casado, aquel lejos de casa,
el último soltero de nuevo pero lo encuentro aburrido
y no quiero más ruido evitándome superarte.


De pronto estoy en el medio del bosque,
bailo sola al compás del corazón
y deseo que algún día podamos encontrarnos de nuevo,
conversar como solíamos hacerlo,
soltar los temores a equivocarnos y salir lastimados,
quizás, sólo quizas...
hasta ser amigos o lo que dicte el destino.

Quién sabe!
Tal vez algún día hasta leás esto...
y entendás por qué no podías ser un mientras tanto
ni arriesgarme a quedar enganchada sólo por mi parte.