a centímetros de mis sueños,
pero tan inalcanzable para un roce de los cuerpos.
A veces te veo así...
podría alargar mi mano y tocar tus labios,
pero temo que desaparezcás ante el menor contacto.
A veces, sólo a veces,
fantaseo con saborear tus besos,
pero me retraigo de la tentación que me pierde el alma
y sacudo mi cabeza para acomodarme las ganas.
A veces...
mmmmm...
a veces mi mente vuela!
Te alcanzo cuando el atardecer se pone
y la noche deja espacio para fantasear sin censuras ni reproches...
Vyacheslav Mishchenko
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