Ella esperaba la llamada,
Él saludó sin dejar rastro del tiempo transcurrido,
Ella supo decir las palabras que oprimían su corazón,
Él comprendió que ya el Hada había partido siguiendo la luz del sol...
No se puede revivir aquello carcomido por la locura del pasado,
ni se debe retomar un camino que los pies han tratado de olvidar,
simplemente se respira libertad...
Nada es tan importante,
sólo somos polvo de estrellas,
pero sé que cuento con los lazos que una vez trazamos,
por si necesito un avión privado que me devuelva la cordura de vez en cuando.
