jueves, febrero 23, 2012

Después de mucho caminar

Con los pies adoloridos de recorrer las huellas,
la espalda un poco encorvada por el peso de la sociedad impuesta,
el corazón a medio deshojar
y una sonrisa que refleja la mirada vacía de quien anhela,
de repente una pluma detiene sus pasos rápidos,
haciéndola caer en cuenta de sus temores al fracaso,
sus tensiones cuando hay amores
y sus deseos de ser simplemente ella,
sin exigencias ni censuras,
sin sentirse superflua porque ya no quiera,
o mediocre porque callar prefiera...
va entonces por la vida dejando atrás las máscaras de profundidades falsas,
comprendiendo de nuevo lo importante del presente disfrutado,
extrañando sus libertades olvidadas,
soltándose de una vez los cabellos y las ganas...
"Yo Soy" --- le recuerda un águila
"Yo Soy" --- le dice el cóndor en la puerta del alma
"Yo Soy" --- sin más, solamente sintiéndose conectada,
con lo lúdico, con la esencia de lavanda,
con el viento que entra por la ventada,
con las estrellas en el cielo y la que cuelga de su cama,
con el Sol, con la Luna, con la Pachamama,
con su gusto por la tecnología,
con el cuidado de sus partes humanas,
con lo dulce del chocolate amargo que le encanta,
con el gas del líquido que la calma,
con un cigarrro,
con una Mercedes Sossa que se oye a sus espaldas,
con la sonrisa del obrero que le recuerda que todos somos uno
y somos mar y somos casa,
con un café a las diez de la mañana,
con sus amigos que la llaman,
con su corazón de alcachofa que despierta de nuevo a la vida
después de haber estado atrapado en esta jaula mental de exigencias vanas...
y recuerda las palabras de una de sus maestras: "no importa nada"

viernes, febrero 10, 2012

La sombra en Che

Pie en tierra,
el hogar ya no existe
y si existiera, no me reconocería con este nuevo rostro,
pues a quien recuerda es pasado y muerte,
dolor y guerra,
un alguien tan cansado de llorar
que prefirió adormecer su corazón con luchas ajenas...
esa no soy yo,
o al menos ya no quiero serlo en esta encarnación.

Qué me queda?
un tango en soledad,
una cena en mesa 62 para uno,
una mirada inquietante que me recuerda mis temores de ser observada,
un tener que sacar fuerzas de la nada,
una caminata nostálgica...
pero ya no por desamor, sino por extrañar a quien me espera en casa.

Qué aprendo?
disfruta mi niña mala, desde lo natural de su tibia travesura,
observa mi alma, con los nuevos ojos que me dio el renacer en la luna llena de agua,
siente mi corazón turista, que sabe que vuelve a una ciudad más y no a su única esperanza,
rechazo las demandas ajenas a mi andanza
y me escucho diciendo "ok, ya puedo volver a casa"...
sin miedo al destino,
con la certeza de construir mi camino,
sabiendo lo que quiero y lo que me desarma,
asumiendo mi papel en este juego de vida humana.

Cuál fue mi sombra?, preguntás...
el verme ahí sentada,
escuchando al corazón latir normal y sin añoranza,
sabiendo exactamente dónde me encontraba
y ser vista en medio de la nada
con expresión de qué son estas babosadas!

jueves, febrero 02, 2012

Un algo... una mirada

Hay un algo compartido que nos tiene un poco tristes,
no sabemos definirlo,
sólo percibimos cómo ruedan las gotas de rocío...
será lo inconsciente que se transmite a través del brillo
y nos recuerda que aunque no sepamos las miradas nos conectan?
será esa forma de admiración que se revela
cuando notamos que miramos lo prohibido?
será el universo manifestando su desagrado por lo que decidimos?
sólo sabemos que es un algo compartido,
pues sin entender por qué simplemente lo sentimos...

Doy la vuelta y ahí está,
recibo una ayuda acompañada de ternura,
subo la vista y me encuentro con este tipo de mirada que me perturba,
"ojos de ternero ahorcado" -- le dice mi abuela,
"ojos de perrito desubicado" -- le dicen quienes notan lo sagrado,
es extraño... aunque mi histerismo se siente estimulado,
mi conciencia desea equilibrar estados
y obvio el que yo también noto esa mirada de ser idealizado.

Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno