viernes, febrero 10, 2012

La sombra en Che

Pie en tierra,
el hogar ya no existe
y si existiera, no me reconocería con este nuevo rostro,
pues a quien recuerda es pasado y muerte,
dolor y guerra,
un alguien tan cansado de llorar
que prefirió adormecer su corazón con luchas ajenas...
esa no soy yo,
o al menos ya no quiero serlo en esta encarnación.

Qué me queda?
un tango en soledad,
una cena en mesa 62 para uno,
una mirada inquietante que me recuerda mis temores de ser observada,
un tener que sacar fuerzas de la nada,
una caminata nostálgica...
pero ya no por desamor, sino por extrañar a quien me espera en casa.

Qué aprendo?
disfruta mi niña mala, desde lo natural de su tibia travesura,
observa mi alma, con los nuevos ojos que me dio el renacer en la luna llena de agua,
siente mi corazón turista, que sabe que vuelve a una ciudad más y no a su única esperanza,
rechazo las demandas ajenas a mi andanza
y me escucho diciendo "ok, ya puedo volver a casa"...
sin miedo al destino,
con la certeza de construir mi camino,
sabiendo lo que quiero y lo que me desarma,
asumiendo mi papel en este juego de vida humana.

Cuál fue mi sombra?, preguntás...
el verme ahí sentada,
escuchando al corazón latir normal y sin añoranza,
sabiendo exactamente dónde me encontraba
y ser vista en medio de la nada
con expresión de qué son estas babosadas!

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