domingo, mayo 26, 2013

El corte samurai

Hoy, después de meses y semanas de ambivalencia,
cuando decido que quiero cerrar las puertas,
mis dedos tiemblan de miedo al saber que te pierdo...

Pierdo lo que nunca fue,
dejo ir la fantasía que alimentamos a través del tiempo,
pongo pies en tierra y acabo con el sabor a fresa...

Veo tu imagen con ojos de realidad,
más allá de un suspiro por lo que una cama pudo dar,
pero aún así a mi cuerpo le cuesta decidirse a borrar
tu número, tu nombre, tu recuerdo,
tantos mensajes de palabras vacías,
que al momento de crisis emocional funcionaron de soporte
pero hoy en día se sienten apagadas y frías.

La espada samurai cae con peso,
corta de tajo lo que alguna vez fue un beso
y me deja libre el camino...
aún contra mi propio deseo de seguir en el vicio!

Esta vez mi corazón esta decidido a decirte adios...
hombre del caballito,
soldadito de plomo que ya no encaja con mi destino.


sábado, mayo 04, 2013

Cuánto hubiera deseado...

Hace unos meses hubiera dado mi vida entera por esta frecuencia de saludos, por la cantidad de besos incrustrados en cada mensaje que sale de tus labios, por las promesas de encontrarnos y las propuestas de juegos más allá del momento cotidiano...

Hoy, aunque no me guste aceptarlo, sos la tercera opción que puede calmar mis ansiedades, pero prescindible si mi corazón es correspondido en aquellos brazos. Hoy, un "buen día" rodeado de emociones a las seis de la mañana, me sube el ego, me alegra el despertar, pero no me altera el alma, más bien me pone a pensar...  ¿cómo manejo la respuesta para no comprometer mi vuelta?

Cuánto hubiera deseado hace muchas semanas, que tu presencia estuviera en mi vida cotidiana a como vos queres manifestarte ahora, levantándome con tus palabras al lado de mi cama y despidiéndonos por la noche con suspiros de almohada... pero no se dio, dejaste que el frió y la distancia apagara cualquier esperanza y, aunque mantuviste tu promesa de contacto y alimentaste los meses que han pasado, la realidad de lo que somos le ganó a la locura de la conexión que alguna vez soñamos...

Por eso y por mucho más querido amigo sureño, seguirás siendo mi sabor preferido a fresa, mi soldadito en caballo de madera, mi cambio de vida transmutado, quien me enseñó que la milicia no es sinónimo de violencia y que existe la ternura junto con la pasión si uno lo desea; seguirás siendo una excelente opción de amistad con derechos cuando yo lo quiera, un recuerdo de hermosa insistencia, un maestro de mis límites y de mi fuerza; quien desata mis peores demonios y me reconectó con mi esencia, mi "nene" de una noche cualquiera.


Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno