La familia

Una frase determinista que me mueve el pecho y pone en perspectiva los sueños... "yo ya hice mi familia y ya está, el resto no me importa" ... ¿y mi familia? De pronto hay una verdad que explota en la cara y se abren nuevas visiones de entendimiento sobre por que tengo estas ambigüedades sentimentales... ¡Yo también quiero una familia! No me quiero integrar una ya construida, no quiero recoger las sobras de una destruida, no quiero ser la segunda o tercera opción de nadie, no quiero ser el tiempo libre de quienes tienen otras actividades... quiero ser familia, primera opción, madre, esposa, amante, dueña de casa, dirigente de orden doméstico, acomodadora de muebles y adornos con derecho de decisión... y esto, esto no está con vos...

Quiero de nuevo hablar mi idioma costarricense, no tener que traducir bromas o costumbrismos, quiero comer tamales en navidad, ver una película en multiplaza en Semana Santa... cuando todo el mundo está en la playa, quiero broncearme en Puerto Viejo, comer rice n' beans con agua e'sapo, un documento de identidad que no requiera trámites legales, manejar "carro" con propiedad, ver a mis amigas para tomar café con pan dulce y natilla, visitar cuando quiera a mi familia.

Sé que todo este proceso fue necesario para cerrar los capítulos de vidas pasadas, en los cuales la nostalgia de la muerte y el desarraigo llevaban la batuta y marcaban los pasos; pero ya se está cerrando, ya voy acumulando suficiente castaño dulce con madreselva como para sanar dos mil vidas enteras, perderle el miedo al hogar y desear mis propias raíces de seguridad... No me basta una familia a medias, necesito más que besos, caricias y orgasmos, quiero despertar en mi casa, con mi esposo, con mi hija, con mi magia desbordándose en la cocina, con conversaciones entre iguales, q fluyan entre mi realidad y mi fantasía.

Poco a poco las cosas van tomando un rumbo más claro. Esta experiencia sureña va cumpliendo con su objetivo y yo me voy sintiendo más segura de mi camino.

La Muggleada

Poco a poco, como el fango atrapador de las aguas movedizas, la inmundicia de la cotidianidad muggle asfixia los sueños de un futuro en conjunto. Son muchos gritos, faltas de sentido común, acciones desacertadas, pérdidas de imaginación, conteo de monedas y llamadas carentes de emoción.

Poco a poco, el día a día tosco, burdo, cargado de olor a mediocridad, a tierra sucia mezclada con depresión y pobreza, nos satura las ideas creativas que alguna vez me hicieron pensar en unir esfuerzos, en construir un mañana adrenalínico que nos quemara el alma y nos colocara a diez metros por encima del suelo.

Poco a poco, la burbuja ilusoria de promesas y sueños dulces y coloridos se va deshaciendo, se pincha con cada decepción ante la realidad que me explota en la cara, se contamina de atadura de manos ante las obligaciones con otros que tampoco entienden este juego entre humanos y se creyeron la vida fantocha que estanca a los perdedores en la noche de caída álmica... una noche tan divertida para quienes volamos por encima de sus cabezas y tan aterradora para quienes no saben cómo levantarse de su posición de alfombras sociales.

Poco a poco voy tomando conciencia... no puedo, NI QUIERO, quedarme acá, encerrada en esta cárcel de frustración y acabamiento, en este cementerio del logro por disfrute y del disfrute por lograr el éxito, en esta pesadilla de deseos inalcanzables y admiraciones de terceros, en esta historia que me corta las alas y me hace sentir que estoy de nuevo dormida en medio del silencio, del final, del no pensar, del no tener futuro, del aburrimiento por la vida, de los sueños con tope de queda y techo restrictivo.

¡NO VOY A ESTAR MAS DE LO NECESARIO AQUI! No me voy a morir en vida por una caricia alucinante, un beso apasionado, un orgasmo azul o una espalda hecha para mi. Sería muy alto el precio a pagar por una comodidad doméstica que ya no me interesa. Sería un siucidio emocional y de metas, que quizás antes, antes del monstruo, antes del guardián, antes del Sur, antes del Sauce, antes del soldadito en cabello de madera, antes de Moira... sí hubiera contemplado aceptar, pero hoy por hoy, no quiero que mis decisiones de separación dejen de valer la pena, dejen de tener sentido y me hagan cuestionarme y comparar.

La Muggleada no es para mi!! Como dice mi mama osa, somos diferentes y especiales!!

Voces...

De pronto tantas emociones, tantos sentimientos, tantas decisiones que tardan tan sólo segundos en ir de un extremo al otro del péndulo. Un sinsentido de cotidianidad al cerrar un portón de lo que hoy llamo hogar; un suspiro frente a la Dama del Lago que me recuerda viejas añoranzas; una palabra, unas ganas de decir "te amo"... no sé de dónde viene ese arrebato, pero me encuentro controlando mi lengua para no prometer esperanzas de humo que se derrumbarán al cerrar el día, cuando el desorden regresa a la mesa y la desatención enciende de nuevo la televisión...

Una niña adentro de mi pecho se rasga las vestiduras porque no la dejo disfrutar en paz de la ilusión doméstica; una joven en mi cabeza recuerda constantemente las señales de alarma que me han hecho salir huyendo en ocasiones como ésta; un alguien que se aferra a mi alma sin poseerla, sueña con mañanas de liberad, independencia, adultez creativa, nuevos hogares en cada horizonte y amores que aguardan sin queja... son muchas voces y una sola vida para complacerlas!

Altos estándares me exigen que no me conforme con lo que antes hubiera bastado para comprar el paraíso: el recuerdo de una convivencia casi perfecta, las huellas químicas en la piel de cuerpos que se recuerdan, la complacencia de caprichos a las tres de la madrugada sólo por ver el brillo en los ojos de aquel con quien tenemos una conexión álmica, la libertad para soñar en conjunto y entender lenguajes mágicos que convierten en cómplices a lejanos hermanos, el deseo de maternidad en compañía de seres que han sido anunciados... muchos rostros que no pueden contenerse en un solo cuerpo humano y buscan la forma de acercarse, luchando entre sí para ganar espacio!

Al final sólo el tiempo lo dirá, qué elección nos llevará por el camino de la felicidad, cuál nos hará creer que pudimos ser mejores, de quién nos alejará y quién soportará nuestras indecisiones...

Retomando conciencia

Después de varios meses de altibajos emocionales, cuestionamientos filosóficos, decisiones impulsivas y lágrimas de impotencia, hoy me siento de nuevo a leer viejos escritos y de pronto lo comprendo... intenté convertir en permanente algo de crecimiento transiorio, un lugar de práctica de habilidades cotidianas, un impass que debió durar lo que tarda un suspiro en darnos de nuevo aliento para continuar.

No puedo ni debo seguir tratando de echar raíces donde no las hay. No quiero perder de vista lo importante del camino y olvidarme de por qué vine al Sur a sanar. No me veo dejando de lado mi mundo mágico, terminando situaciones que aún no han comenzado y tampoco deseo que el viento siga de largo...

Sí, necesitaba estos últimos meses para completar la maduración del alma. Integrar lo que Moira eligió para esta vida como su varita mágica. Hacía faltan algunas dudas, incertidumbres, cambios de opinión y penduleos entre la mente y el corazón, para retomar el camino que comenzamos hace algunos siglos.

Despejada ya de los recuerdos de Ana, sin las ataduras culpógenas con mi guardián ancestral, dejando atrás lo que alguna vez sentí como responsabilidad, puedo sentir de nuevo la seguridad de MI LUGAR, la atracción con mis ancestras, la libertad de volar ... pues verán ... no me había dado cuenta de que ya salí de la crisálida, ya puedo extender mis alas y alcenzar las alturas que me dejan ver con claridad y quiero disfrutar de lo logrado cerca del sauce, de la señora del lago, de los cerezos en flor, de la nieve manchada de sal, del frío que congeló mis huesos, del viento con olor a miel y chocolate... quiero disfrutar de ser YO!