De pronto tantas emociones, tantos sentimientos, tantas decisiones que tardan tan sólo segundos en ir de un extremo al otro del péndulo. Un sinsentido de cotidianidad al cerrar un portón de lo que hoy llamo hogar; un suspiro frente a la Dama del Lago que me recuerda viejas añoranzas; una palabra, unas ganas de decir "te amo"... no sé de dónde viene ese arrebato, pero me encuentro controlando mi lengua para no prometer esperanzas de humo que se derrumbarán al cerrar el día, cuando el desorden regresa a la mesa y la desatención enciende de nuevo la televisión...
Una niña adentro de mi pecho se rasga las vestiduras porque no la dejo disfrutar en paz de la ilusión doméstica; una joven en mi cabeza recuerda constantemente las señales de alarma que me han hecho salir huyendo en ocasiones como ésta; un alguien que se aferra a mi alma sin poseerla, sueña con mañanas de liberad, independencia, adultez creativa, nuevos hogares en cada horizonte y amores que aguardan sin queja... son muchas voces y una sola vida para complacerlas!
Altos estándares me exigen que no me conforme con lo que antes hubiera bastado para comprar el paraíso: el recuerdo de una convivencia casi perfecta, las huellas químicas en la piel de cuerpos que se recuerdan, la complacencia de caprichos a las tres de la madrugada sólo por ver el brillo en los ojos de aquel con quien tenemos una conexión álmica, la libertad para soñar en conjunto y entender lenguajes mágicos que convierten en cómplices a lejanos hermanos, el deseo de maternidad en compañía de seres que han sido anunciados... muchos rostros que no pueden contenerse en un solo cuerpo humano y buscan la forma de acercarse, luchando entre sí para ganar espacio!
Al final sólo el tiempo lo dirá, qué elección nos llevará por el camino de la felicidad, cuál nos hará creer que pudimos ser mejores, de quién nos alejará y quién soportará nuestras indecisiones...
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