lunes, diciembre 30, 2013

La familia

Una frase determinista que me mueve el pecho y pone en perspectiva los sueños... "yo ya hice mi familia y ya está, el resto no me importa" ... ¿y mi familia? De pronto hay una verdad que explota en la cara y se abren nuevas visiones de entendimiento sobre por que tengo estas ambigüedades sentimentales... ¡Yo también quiero una familia! No me quiero integrar una ya construida, no quiero recoger las sobras de una destruida, no quiero ser la segunda o tercera opción de nadie, no quiero ser el tiempo libre de quienes tienen otras actividades... quiero ser familia, primera opción, madre, esposa, amante, dueña de casa, dirigente de orden doméstico, acomodadora de muebles y adornos con derecho de decisión... y esto, esto no está con vos...

Quiero de nuevo hablar mi idioma costarricense, no tener que traducir bromas o costumbrismos, quiero comer tamales en navidad, ver una película en multiplaza en Semana Santa... cuando todo el mundo está en la playa, quiero broncearme en Puerto Viejo, comer rice n' beans con agua e'sapo, un documento de identidad que no requiera trámites legales, manejar "carro" con propiedad, ver a mis amigas para tomar café con pan dulce y natilla, visitar cuando quiera a mi familia.

Sé que todo este proceso fue necesario para cerrar los capítulos de vidas pasadas, en los cuales la nostalgia de la muerte y el desarraigo llevaban la batuta y marcaban los pasos; pero ya se está cerrando, ya voy acumulando suficiente castaño dulce con madreselva como para sanar dos mil vidas enteras, perderle el miedo al hogar y desear mis propias raíces de seguridad... No me basta una familia a medias, necesito más que besos, caricias y orgasmos, quiero despertar en mi casa, con mi esposo, con mi hija, con mi magia desbordándose en la cocina, con conversaciones entre iguales, q fluyan entre mi realidad y mi fantasía.

Poco a poco las cosas van tomando un rumbo más claro. Esta experiencia sureña va cumpliendo con su objetivo y yo me voy sintiendo más segura de mi camino.

1 comentario:

  1. Me encanto, quiero seguir leyéndote. Es como si me escuchara a mi misma!!!

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno