Cuando ambas partes comparten tan altos niveles de orgullo,
cuando nos medimos segundo a segundo,
cuando sabemos que un momento de espera puede significar ganar una batalla
o que una palabra puede significar que sacamos bandera blanca,
es ahí cuando comprendo por qué me generás tanto conflicto interno,
por qué me debato entre cortar con el contacto o seguirte histeriqueando,
por qué sin casi conocerte te siento tan cercano,
entonces sé que aflojo un poco la distancia si en la noche te puse a raya
y acepto que te acerqués de nuevo aunque horas antes hicieras tanto enredo...
¿qué le vamos a hacer?
tenemos pieles que despiertan cuando se rozan
y a ambos nos gusta jugar con estas cosas.
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