miércoles, septiembre 09, 2015

Despejando el sinsentido

Hace unas semanas pedí al universo que me iluminara la marcha,
sentía que daba tumbos a ciegas sin saber qué pasaba,
una sincronía por allá,
una coincidencia más,
pero en el fondo sabía lo que necesitaba...

De pronto me encuentro de pie en el centro del salón,
sola,
a oscuras,
sabiendo que todos se han retirado por alguna importante razón,
sintiéndome perdida con el camino de frente,
paralizada de terror ante lo que se evidenciaba a continuación:
comienza el tiempo de abstinencia y desintoxicación,
comienza la época de cerrar ciclos,
de soltar amarras de nuevo,
de partir hacia nuevos sueños.

Sé que me ha costado vidas enteras soltarte,
sé que me costará más aún mantener a raya mi costumbre de buscarte,
sé que debo seguir adelante...

Van quitándose de enmedio las distracciones que he tenido,
uno internado, otro casado, aquel lejos de casa,
el último soltero de nuevo pero lo encuentro aburrido
y no quiero más ruido evitándome superarte.


De pronto estoy en el medio del bosque,
bailo sola al compás del corazón
y deseo que algún día podamos encontrarnos de nuevo,
conversar como solíamos hacerlo,
soltar los temores a equivocarnos y salir lastimados,
quizás, sólo quizas...
hasta ser amigos o lo que dicte el destino.

Quién sabe!
Tal vez algún día hasta leás esto...
y entendás por qué no podías ser un mientras tanto
ni arriesgarme a quedar enganchada sólo por mi parte.


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