martes, abril 24, 2012

Remembranzas en colectivos

Cuando la música disminuye y me permite escuchar las conversaciones de quienes van al lado, algo conecta con los pensamientos y sentimientos explorados recientemente. Escucho mujeres rogar por atención, hombres ignorando sus palabras y reaccionando con agresividad ante cualquier emoción. Veo rostros de angustia femenina al no poder darse a entender frente a sus "compañeros" intransigentes que no permiten romper el silencio de cinco centímetros que los separa de la mano extendida ante tanto desprecio. Entonces me acuerdo de palabras, de gestos, de sentimientos encontrados entre un querer salir corriendo y el temor a la soledad... una soledad que nos han inculcado que no debemos aceptar. Las palabras de mi bruja caribeña resuenan en mi cabeza: "no estás en una relación, tenés a alguien en una relación" y me pregunto, ¿será que realmente te uso como escudo? El observar a estas mujeres rogando y a estos hombres despreciando, me hace darme cuenta de que no deseo incluir en mi vida más drama que el cotidiano y quizás por eso TE mantengo a mi lado. Sé que puede resultar desagradable escucharlo sin poesías de por medio, pero es la razón de que el nombre del viento pase de largo y yo me quiera quedar disfrutando de esta paz interna que me da el saber que con vos no ruego, no me angustio, no recibo malos gestos. Moira en acción madura ya no quiere corazones atormentados, pues ha muerto tantas veces por dejarse llevar por el deseo pasional, que ahora simplemente desea descansar. Marina se fascina siendo cuidada una vez más, pero esta vez con la claridad de no necesitarte para respirar... para cualquier otra necesidad de conexión mágica, ya tengo tres familias álmicas. ¡Cuántas cosas pueden suceder en una fracción de segundo, en un silencio repentino al terminar una canción e iniciar un nuevo disco!

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el sueño nos conecta con nuestro mundo interno