cuatro pares de ojos me devuelven una parte distinta de mi alma,
sin alguna de ellas me sentiría incompleta
y no quiero dejar de lado ninguna de las metas,
somos simplemente polvo de estrellas
que juegan a ser ayudantes del planeta...
Parte uno:
El caballero de espada reluciente
quien comprende mis compromisos por honor,
quien respeta mis decisiones sin pedir explicación,
quien comparte ese deseo de valorar estructuras y fuerzas,
quien con sólo tocarme me recuerda mi misión.
Parte dos:
El Sol reluciente que controla mi Luna
quien pone límites a mi desborde emocional,
quien repite una y otra vez a mi oído verdades de libertad,
quien me ubica en mi aquí y mi ahora
más allá de un beso pasional.
El compañero álmico de mi ser virgoniano
quien vuela conmigo mágicamente,
quien canta conjuros de vida y muerte,
quien puede hacerme perder la cordura humana,
quien le da fluidez a mi tierra cuando a través de sus ojos veo mi alma.
Parte cuatro:
El centauro alcahueta mágico
quien sin preguntar razones me empuja al exilio de la cotidianidad,
quien me muestra mis mayores esperanzas de cambio,
quien me espera al otro lado del lago
aunque yo tarde en encontrar mis pasos.
y por eso no puedo quedarme demasiado tiempo en un mismo lugar,
pero ahora sé que cada uno cumple con su parte especial...
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