viernes, octubre 07, 2011

Puertas afuera

Con una clara sensación de ya no pertenecer a aquel lugar, la mariposa decide dejar el hogar seguro donde pudo madurar, sus fuertes alas quieren comenzar a volar, pero hay un hilo conectante entre ella y su creadora, que no la deja sentirse grande. Este hilo le recuerda compañía, apoyo, aprendizaje y aunque sabe... repite la vuelta al nido sin ir a ninguna parte. Comparte con sus hadas acompañantes la experiencia de la mutilación de alas, pero puede ayudar a sanar heridas desde su propia vivencia pasada. De repente, sin previo aviso, cuando está preparando el viaje, un algo la hace recordar sensaciones de equilibrio y sabe perfectamente que ya no es este su presente. Vuela entonces, a medio camino y respira la esperanza de ser nueva vida. Ya no quiere regresar para encerrarse en esas cuatro paredes, sino que desea explorar las cercanías, redescubriendo lenguajes olvidados y conexiones del pasado, que poco a poco van tomando forma y se incorporan a su cotidianidad. Es su último día en esta fantasía, donde cree que es oruga aún que despertará algún día, cuando vaya por la carretera y salude como hermanos a quienes la han visto danzando... somos tantos en tan poco espacio y tan pocos los que despertamos!

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno