martes, diciembre 20, 2011

Ave fénix

Como renaciendo de las cenizas,
sabiendo el destino que marca la piel,
deseando que alguien me reemplace en esto de ser,
escuchando con la obsidiana otra vez,
camino lenta hacia el precipicio
donde sé que voy a querer fallecer,
pues como si no fuera suficiente el dolor de la partida
se me anuncia que regreso al punto donde dejamos de crecer...
se me va la vida en este intento,
se me va el aire con que vuelo,
se me van las risas, se me va el consuelo,
se me va el Sol en medio del tormento,
se va simplemente lo que hasta ahora me sostenía el suelo...
pero los labios no olvidan,
las manos se refuerzan,
la luz del alma guía mis pasos
y aunque no pueda aceptarlo,
sé que al final del camino encuentro refugio en aquellos brazos,
de quien aunque no comparta razones me cura viejas desilusiones
y le devuelve el ritmo al corazón,
pues hasta con mi espejo de obsidiana alguna vez también soñó.

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

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