martes, diciembre 20, 2011

Yule / Espíritu de la Navidad / Dios Sol renaciente

Como si fuera el episodio de sanación después de una noche tormentosa, como si no existiera más razón para respirar que reencontrarnos bajo las sombras, como si la niebla que nos rodea pudiera protegernos de lo que con cautela se asoma, conformo con mis brujas y magos un círculo mágico. Recibimos Yule en medio de risas y cantos y este brillo de ojo a ojo me recuerda por qué sigo caminando. Voy sanando... voy retomando la calma en medio del llanto, voy sintiendo de nuevo la piel respirar bajo el manto de estrellas que nos ve danzar. Es la noche más larga del año, ya amanecerá. Mantengo encendido mi tronco de pino y sal, sostengo la mano de quien me ayuda a caminar y sin temores o enfrentándolos con valentía, me abro de nuevo a la idea de concebir vida, pues entiendo las razones de este corazón de alcachofa para detener el tiempo en zozobra... Voy riendo de nuevo, mientras el Espíritu del Sol Navideño me calienta los labios y tengo de nuevo ganas de llenarte de besos. Se canta a la Luna, se levantan altares, se reciben regalos y se comparten soledades, de aquellos que alguna vez fuimos antes hermanos y ahora recordamos las uniones de manos. Hay un pedido en común en mi familia de wiccanos: que el Dios naciente en esta noche de invierno nos traiga la luz para construir los sueños y nos dé la fuerza de acción para soñar despiertos.

Como toda noche oscura, donde las sombras asustan y no sabemos realmente qué nos espera un paso al frente, el dolor de ver tan cerca los recuerdos y los hilos que el destino traza sin derecho al libre albedrío, va pasando, va despejando la niebla que protege de los temores al sinsabor de las acciones. Amanece! Sale la Luz! Veo el brillo en tus ojos y eso me recuerda que no existe realmente una decisión. Escucho las voces de mis ancestras repetir viejos conjuros y eso me llena de emoción. Amanece en Navidad! Hay frescura alrededor y puedo volver a respirar. La piel se siente de nuevo conectada, los labios pueden repetir palabras, las manos contienen al universo y el corazón se conmueve con deseos. Amanece y te veo reflejado en la oscuridad de mi obsidiana y recuerdo el por qué te vas por la mañana... al fin y al cabo es sólo un juego. El Sur se anuncia como prometieron y me ilusiona encontrarme con mi bruja ayahuasquera para celebrar el vuelo.

Con la Luna de testigo,
una vela como regalo al destino,
algunas viejas compañeras
y el viento soplando nombres de camino,
echo mi lista de deseos al fueguito,
recordando que debe ser en armonía con el universo y la vida,
para el bienestar mío y de mi familia,
entonces deseo...
encontrar las fuerzas para hacer lo que debo aunque no quiero,
recordar que lo que quiero a veces debo soltarlo porque ya no debo,
conectar con mis raíces sin temores,
volar lejos de casa aunque eso me parta el corazón por mil razones,
sentirme dueña con conciencia de mis decisiones,
reconocer a aquel que brlla aunque aún no conozca su nombre y rostro,
abrirle el corazón aunque no calce con la imagen que guardo en mis recuerdos,
hacer valer los acuerdos,
disfrutar del juego,
y si puedo pedir detalles
que este año que se acerca esté colmado de aprendizajes y felicidades,
que haya amor, cariño, sensibilidad y magia,
sueños, poemas, frases y complicidades románticas,
flores, aromas, bailes y nostalgias,
pero sobre todo...
que podamos avanzas en esto de ser partes mágicas.

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