Ante la creencia de que el vuelo alcanza altura y el destino no es más que un juego para no darnos cuenta de las ataduras, su maestra le mezcla una combinación peligrosa que le muestra su sombra y la tira a desear esconderse de nuevo en las esquinas del corazón de alcachofa. Las lágrimas no paraban de caer por sus mejillas, aún sin comprender el por qué de la tristeza, pues ya no tenían cabida en su vida las heridas de aquella niña... o sí? Parece que al botar las barreras, escucharse el dolor de la desilusión, recordar las acciones violentas y sentir de nuevo su cuerpo aquellas afrentas, el tiempo simplemente se devolvió. No hay ya energía para reconstruir el proyecto de pareja que deseaba salvar del naufragio, no hay ya ganas de permanecer en esta tierra más allá del tiempo necesario, no hay deseos de comunicarse en idiomas despreciados, no hay fuerzas para continuar caminando a ojos cerrados, cuando recuerda lo que ha soltado. La voz del Sur le recuerda que ante tanto movimiento desastroso aumentan las posibilidades de cambio... esa es la esperanza que la mantiene respirando, buscando respuestas aunque no sabe aún preguntar con claridad certera, escuchando a sus estrellas, confiando en las palabras de su maestra. Qué será lo que querés preguntar? Hoy no tengo ganas de soñar...
Hoy mi piel desea recubrirse de hielo nuevamente,
hoy sería genial danzar hasta caerme en mil pedazos,
hoy no quiero poner atención al despeñadero,
hoy me iría con mi versero juguetón a compartir lágrimas bajo el sauce llorón,
hoy simplemente deseo desaparecer del mundo,
recordar las noches infantiles bajo las estrellas,
los cantos a capella,
el compartir una ilusión sin tanto drama adulto a cuestas,
hoy deseo que me conocieras,
hoy extraño los abrazos de oso que me abrieron el alma,
le reclamo al Sol por haber roto la cama,
me refugio en mis recuerdos ancestrales,
no escucho las verdades que me queman viva,
me duermo dejando que mi niña sueñe con su casa,
me dejo sentir un poquito el dolor de haber perdido la nostalgia,
y desearía que entendieras dónde se rompió la magia...
pero como ni para eso dan ya las ganas,
simplemente me seco las lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario