viernes, octubre 24, 2014

Con olor a casa lemuriana

Me sentís ... a veces olvido el detalle de esta conexión,
sólo cuando entran tus mensajes en mis peores momentos de brote histericoso, recuerdo que compartimos estas sensaciones corporales que nos han salvado el alma en tantas vidas!

Lo siento ... pierdo de vez en cuando el sendero y me cuesta salir de la adicción a la melancolía y el autocastigo emocional que me inflijo por culpa de mi Neptuno en casa 7, que me hace soñar con encontrarte en cada rostro masculino medianamente conectado con su alma y transitando el camino de la magia.

Recuerdo entonces que no son las promesas, sino los momentos de reencuentro lo que nos hacen compañeros álmicos; recuerdo que no son los compromisos humanos sino la comunicación instantánea y sin palabras, la que nos convierte en estas dos partes de una misma existencia álmica; recuerdo que puedo estar a kilómetros de distancia siempre y cuando tengamos estas llamadas mutuas ante las sensaciones de alarma; TE recuerdo, a los pies de mi cama, en la puerta de mi corazón, a la entrada de mi alma, simplemente siendo eso que siempre me ha rescatado de los errores astrales y que me recuerda lo que quiero en esta partida del juego.

Agradezco a tu ser interno ... que en esos momentos de locura akashika, cuando mi alma se cubre de la noche más amarga, él toma el control de tu personalidad y me dice las palabras exactas, él sabe cómo mirarme a través de cualquier barrera que haya creado a mi alrededor, para encontrar mi mano y jalarme hacia la luz de la esperanza y el amor.

La negra oscuridad de frustración se convierte en una capa violácea de fuerza interior y TE recuerdo ... abrazando mi desamparo para transformarlo en sueños románticos, engañándome con una sonrisa en los labios, durmiendo a mi lado, despertando a nuevos amaneceres cotidianos.



Un lobito me dijo que quizás te estás acercando y creo que tiene razón, porque de nuevo te siento muy cerquita cada vez que creo que voy a perder la noción de quién sos!

1 comentario:

Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno