martes, febrero 10, 2015

Conciencia ayahuasqueña

Una y mil despedidas,
porque el corazón aún no concibe cómo te dejé pasar...
un millón de veces pidiendo perdón a tu alma,
porque no te reconocí más allá de la cama...
sé quién sos y sé que ya no volverás,
pero mi mente aún no pierde la esperanza...
así que dejo a la medicina tratar de sacarte a rastras,
que te arranque de mis labios expulsando líquidos sagrados,
sintiendo cómo el ave fénix regresó a su nido y lo encontró vacío.

Recordás aquel claro del bosque que una vez me asfixió?
ahora que por fin salí, aprendí a volar
y quise volver a enseñarte las maravillas que había conocido,
se me parte el alma al saber que ya no estás...

Mi cuerpo se resiste aún a dejarte marchar,
pero mi conciencia no quiere repetir viejos patrones,
creo que algo debo haber aprendido!
porque me contengo en la compulsión de convocarte,
estiro mis manos y pies al aire,
suelto un suspiro de resignación,
abandono el hogar soñado
y cierro las puertas del corazón.

Sigamos caminando...
vendrán mejores tiempos renovados!


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