muchas son las razones que me hacen suspirar al cielo,
ver estrellas de colores y saber que todo pasará.
No quiero presiones de afuera para encontrar la conexión,
no quiero imágenes en mi mente de lo que ocurrió,
solamente me veo sintiendo,
sosteniendo juntos las manos
soñando...
soñando lo que siempre hemos deseado.
Así que dejo al corazón fluir,
sentir las chispas burbujeantes ante cada roce,
no ponerle nombre ni apellido a esto que me pasa,
jugar a ser yo sin tanto miedo de por medio,
permitir que se acerque esto que quiero.
Igual puede despertarlo un atardecer en medio de la playa,
darme cuenta de que el helado sabe delicioso,
sentir tus miradas temerosas de la conexión,
hacer esto que me gusta y me devuelve la pasión,
tocar su cabeza cariñosamente en medio de una fogata,
planear el viaje de regreso a mi lugar en el mundo,
recibir un mensaje de buenos días inesperado,
caminar descalza sobre la tierra,
soñar que me abrazás y despertar sintiéndote a mi lado...
Son tantas cosas que despiertan el gozo de mi alma,
que voy comprendiendo esto de estar sana...
sin apegos,
sin miedos de decir lo que siento,
sin temor a que desaparezcás como otras veces,
sabiendo que puedo alargar mi mano y disfrutar del momento,
si estás... bienvenido,si no... te deseo que seás feliz de cualquier forma,
lo importante es saber que ya no existe el karma de sacrificio,
las culpas ya se limpiaron y podemos seguir caminando.
Sana quien está sano!
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