Murmullos del corazón

Poco a poco las aguas se ven más claras, las puntas de los iceberg van evidenciando la altura de las montañas y aunque una parte de mi ser te extraña, otra sabe lo que quiere y hacia dónde dirige su mirada.

Parte Uno. Los caminos nos cruzaron. Me recordaste un sentimiento que me hizo desear volver a casa y estar entre sus brazos. Una última oportunidad pudo haberse convertido en el cuento de hadas, pero el terror que vi en tu mirada, me devolvió un reflejo del miedo de mi propia alma.

Sé que después de mi dragón de tierra has sido quien saltó mis murallas, tiró abajo la puerta cerrada con llave que protegía a mi corazón de volver a enamorarse y derritió el hielo que congelaba mis sentimientos. Sé que podría ser feliz con vos si ambos sanáramos las heridas del pasado que nos hacen creernos no merecedores de ser amados. Sé que todo el mundo a nuestro alrededor espera el reencuentro del ave fénix y la mariposa, pero los dos sabemos que no será posible hasta terminar lo que comenzamos.

Entonces te agradezco, por ser vos, por estar siempre a mi lado, por besar mis labios de la forma en que lo deseamos, por corresponder a mi necesidad de anhelarnos. Te amo Cosi, siempre voy a hacerlo aunque no te toquen mis manos. Te amo aunque mi corazón encuentre otros lugares de conexión, te amo porque sos parte de mi alma.

Parte Dos. Esta conciencia despierta sabe que estoy comportánodme como vos cuando alguien se me acerca. Sabe que huyo al enamorarme. Que le tengo miedo a revivir los sentimientos. Esta conciencia ve la oportunidad de sanar viejos patrones, de empoderarme para decir lo que siento, de soltar lo que ya se llevó el viento.

Si él regresara, yo ya no soy la misma. Si él volviera a buscarme, no sé si bastaría un aleteo de sus alas de fuego para sentirme en casa. Esa es una realidad sagrada. Las huellas que han dejado los años en mi piel, las lágrimas que he derramado, los sueños que ahora construyo sabiendo esta verdad de frente, me han hecho perder un poco la conexión con su tierra perenne y vuelvo mi mirada hacia algo que me flexibilice mi esfinge perfecta.

De pronto tu ave fénix me recordó la necesidad de integrar el agua a mi vida, pero no estoy segura de querer tu río demandante y contaminado a mi lado. Deseo que te purifiqués, pero también abro las puertas a la posibilidad de otras afluentes más tranquilas y limpias. Entiendo que necesito del agua en mi vida, pero esta parte de mi ya no quiere más dramas ni ambigüedades que puedan lastimarme, así que respiro profundo y fluyo.

Esta parte dos de mi ser interno sabe que no debe volar a tu lado, sabe que quizás más adelante nos reencontraremos, pero por ahora está bien con sus propios sueños. ¿Soy egoísta? No, sólo deseo estar un poco conmigo misma. Jugar inocentemente sin tener que estarme preocupando porque me arracés con tu torbellino de emociones y respirar aire puro con otras conexiones.

Te amo, lo sabés. Como he amado sólo a ciertas personas en mi vida. Has sido mi Mago Oscuro sin que ambos lo notáramos. Sabés leer mi cuerpo y mis señales como pocos han aprendido. Pero... debemos esperar que el tiempo siga su camino y tener paciencia. Yo por ahora sólo puedo encerrarme en mi crisálida para reparar mis alas, que se sequen de nuevo y probar si puedo levantar el vuelo.