lunes, agosto 15, 2011

Atravesando la niebla de añoranza

Como una bruma que todo lo cubre
llena el espacio de angustia lúgubre
y no puedo ponerle nombre a lo que muere
porque nunca tuvo un lugar real en nuestras mentes...
sólo el corazón lo supo,
sólo las palabras entendieron,
sólo los brazos pudieron expresar lo que sintieron,
y hoy... el duelo,
sin poder expresar realmente lo que duele,
sin poder reclamar todo lo que desea explotar por dentro,
sólo sintiendo,
el llamado,
la añoranza,
la ausencia,
luchando para no responder a esta necesidad
de correr de nuevo a encontrarte
pues sé muy bien que no me conviene recuperarte...

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno