Después de muchos años de guardar silencio y secretos familiares, hoy se le ocurrió soltar la lengua y hablar verdades. La verdad puede doler en muchas formas, puede convertirse en tristeza, enojo y violencia, puede ser la máscara de heridas pasadas, que si se aceptan nos dan esperanza... pero no es novedad que no fue aceptada. Recibió el embate del conflicto, se mantuvo firme ante las acusaciones y quizás después de descansar un poco, logre retomar el ritmo del camino propio. Un camino en el cual se quedan atrás los karmas viejos y se integran las nuevas decisiones del sendero. Un camino que recogerá frutos algún día, cuando logre cambiar el destino de su vida... Quizás el sur sane algunas heridas... la esperanza es lo último que pierde esta mariposa cuando vuela siguiendo la luz del día!
Y todo en vísperas de cumpleaños... qué típico!
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