lunes, agosto 29, 2011

Verdades detrás de los dichos populares

En mi pueblo se dice que "quien duerme con niños amanece orinado" y hay algo de verdad en eso... cuando por esas cosas de la vida sin sentido nos metemos con pendejos (léase hombres-niño peter pan), salimos por dentro. Como le decía a uno de mis verseros el otro día: "a veces se hace daño sin darse cuenta, otras adrede, otras inconscientemente, otras como rebote de historias complicadas". No sé en cuál de todas las categorías calzás, pero sí sé que hay mucho dolor y resentimiento de por medio aún, tanto de esta vida como de las pasadas...
Comprendo perfectamente que no supiéramos en qué nos estábamos metiendo, pues ninguno de los dos lo tenía claro, pero me revienta pesar que tuvieras el descaro de volver a buscarme después de haber repetido la historia una vez más. Me saca de quicio saber cómo volviste a revolverme la vida, cómo seguís interfiriendo en mi estabilidad, cómo a veces siento que ni poniendo tierra de por medio voy a poder sacarte de adentro.
Se refuerza ahí la necesidad de despedirme, y quizás, quién sabe, como dice mi saltamontes lobezno, no hable sólo de mis recuerdos, sino también de mis sentimientos...
Qué porquería de universo, que aunque no sos ya un pendejo, salí mojada hasta el cansancio y me harto de mi propia debilidad, pues aún así, a veces te extraño!
Creo que al menos aprendí mi lección y no vuelvo a meterme en historias donde hay más de dos, aunque jurés lo contrario y me muera de ganas por caer en la tentación!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno