martes, septiembre 20, 2011

El decir sin necesitar respuestas

De la nada, aquella voz le resonó en el alma... una verdad a medias que necesitaba integrar a su historia antes de abrir sus alas. Resultó que no ocupaba recibir respuestas, sólo ser escuchada. Una despedida inconclusa de mucho tiempo atrás no le permitía continuar el viaje sin sobrecarga de emociones, así que se preguntó: "qué pasaría si..." y pasó. No sabe cuánto tiempo hace que guarda en su corazón las palabras, palabras exactas que necesitaban ser expresadas. No esperaba otra reacción y decidió continuar hablando en voz alta: a quienes quisieran escucharla, a quienes dejaran de lado el rencor para soltar viejos dolores, a quienes dieran oportunidad de pedir perdón. Así se pasó los meses restantes que le quedaban y, al calor de una tarde de enero, partió por fin su vuelo. Un vuelo hacia el Sur que le recordó cuanto había amado lo que hoy perdía y cuánto podía no decir con su voz vacía. Aguarda amor, que poco a poco iré soltando sin temor!

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

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