En tierra mapuche

Vine al Sur a reencontrarme,
a sanar heridas y a terminar de nacer por partes,
vine a sentir el alma,
a dejar que el corazón regresara a casa,
caminando segura y en calma,
vine a danzar bajo el sauce que veo por la ventana,
a reconocer tu rostro
y a escuchar mi voz sin cortar palabras,
vine a que pudiéramos darle oportunidad a las alas
que poco a poco están más fuertes y listas para alcanzar sueños y esperanzas,
vine a esta tierra de mapuches que me vio avanzar kamikase hace años
a que mis pasos retomaran el ritmo del guerrero encontrado,
vine a ver atardeceres nostálgicos,
a oler madera quemada sin miedos
y a conectarme con mis hermanas de cantos,
vine a ser más Yo y menos Nosotros,
a que Moira pudiera expandir su conciencia
a punta de albahaca, miel, mate y esencias,
vine a dejar atrás resentimientos,
ataduras a rencores añejos,
vine a crecer de nuevo... con la tranquilidad de estarlo queriendo,
vine porque la sangre llamaba,
la piel necesitaba y mi boca anhelaba,
vine a encontrar equilibrio en medio del frío invernal,
vine a no necesitarte para respirar,
vine a perdonar...
vine a conocer más de cerca lo que era amar,
más allá de los gestos, los versos y las miradas brillantes tras el cristal,
vine a derretir el hielo del corazón de alcachofa,
a recoger lo que el viento me llevaba hasta mi alcoba,
vine a contemplar mis estrellas,
a desidealizarlas sin sentir que me perdía en ellas,
vine a recordar...
lo que Soy, lo que Somos, lo que dejamos atrás,
vine porque se me acababa el tiempo sin destino
y quería renacer de las cenizas olvidadas de camino,
vine a respirar otoño!!
vine ... a volar...