Hoy aprendo a volar libre, a dejar de ser esclava de la atención de los demás con tal de no perder la vida en el intento, a soltar las cadenas que de alguna manera también me hacían creer que era dueña de la voluntad de otros seres que habitaban a mi alrededor o dependían de mis deseos. Hoy, controlo conscientemente el temor al rechazo que me generaba tu silencio y comprendo que no soy el centro del universo. Hoy sé que doy cariño si quiero, sé que un abrazo no significa entregarte mi cuerpo, sé que no lastimo si corto la conexión compartida, sé que puedo hacer lo que me emociona sin decepcionar a nadie que controle mi vida. Hoy me visto de colores por gusto, me marco la piel con los símbolos de la alegría y la sabiduría, me veo a mi misma al espejo sin sentir que he fallado y respiro libertad de corazón renovado. También hoy doy gracias a las almas con quienes he pactado, pues aunque ya no necesito de sus miradas para saber que existo, valoro el amor con que han venido a compartir las experiencias y comprendo los roles cada uno hemos asumido a lo largo de todas las vivencias. Hoy sé que somos puntos de luz danzando de la mano, que cada quien tiene sus propósitos y planes trazados y que renaceremos una y otra vez a lo largo de los años.
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