domingo, mayo 20, 2012

El dragón rojo... despertando

Todo comienza al reunirse un grupo de mujeres y abrir uno de estos círculos de magia y comunidad que sabemos construir de forma natural. Invocamos elementos, damos gracias a las fuerzas ancestrales y conectamos con nuestras herencias de madres, abuelas y maestras. Recorremos historias medicinales y terminamos despertando las semillas que resguardan nuestros cuerpos y nuestras almas. Cierro los ojos... me enfrento con la sombra que ha estado socavando mi estabilidad y reconozco en el fondo de sus ojos a mi propia fuerza creativa y pasional. Un caballo violeta se transforma en miles de estrellas, que ante mi asombro se esparcen por el suelo formando constelaciones de ilusiones y esperanzas nuevas. Es entonces cuando de entre las cenizas, como si un ave fénix fuera, renace el dragón rojo que por varios años mantuve anestesiado, demostrándome que no había peligro en despertar la libertad y salir volando... ¡quizás Blake esta vez estaba equivocado!

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno