En leguaje tuki

Cuando abrí los ojos por la mañana, nunca pensé en lo que el viento iba atraer por la ventana. Un día de cambios de planes, de emotivos mensajes, de palabras de aliento no esperadas, de noticias desafortunadas. Recordé entonces que cuando mi Versero no tiene q decir, dice ... "tuki, tuki, tuki"... y eso arregla todo, silencia gritos, endulza miradas, evidencia sonrisas ocultas tras las máscaras y dije... "tukiiiiiii, comencemos de cero a ver qué pasa".

Salgo entonces más de una vez a respirar aire fresco, veo el paisaje a lo largo del día cómo va cambiando de colores mientras espero una respuesta que puso en jaque mi vida para el año entrante. ¡Cómo un simple Sí o No puede cambiarnos la perspectiva en segundos y dejarnos caer al vacío si no estamos seguros! Hago entonces nuevamente intentos de coordinar acciones y  termino diciendo "tuki, tuki, tuki... la retuki". Bueno, al menos hay una respuesta de apertura a la posibilidad... parece que funciona esto de respirar y no rendirse hasta el final.

Un  poco más allá, cuando cambiamos fechas de encuentros y se me complica un poco la noche, una voz al otro lado del whatsapp me termina de calmar la ansiedad y mi brujita caribeña me da algo en qué pensar... el tiempo pasa volando, es más que claro que quiero regresar al lugar que siento como mi hogar, pero hay cosas que debo acabar, sino tuki, tuki, tuki, no voy a estar en paz y menos aún a disfrutar del día a día que me trae cambios importantes en estas múltiples vidas.

Argentina, Costa Rica, la India... el cuidador en Buenos Aires, el Mago del Lago Oscuro, el Guerrero barilochense, mis Brujas andinas, el Gurdián capricorniano, el sueño de volar físicamente, la libertad de moverme sin expectativas presentes, mi cículo mágico, mi familia sanguínea, mis brujas y magos... todos mezclados en la misma bolsa de sorpresas... y poco a poco van aclarándose las nubes que me hacían tuki, tuki, tuki, tuki, sin dejarme ver las apuestas.

Te doy gracias! Porque cumpliste con lo pactado al ayudarme a hacer el cambio, porque te mantuviste presente hasta que yo tuve la certeza de ya no desear caer en tentaciones pasajeras, porque te amo aún con tus ausencias, porque sé que vas a dar el paso aunque ya no estés a mi lado y en algo he contribuido a ese movimiento aunque ha sido cansado.

Te hago tuki, tuki y tuki, dejando que fluya lo que queda, disfrutando de las últimas horas del viaje transmutante, recordando cómo el Versero me repetía una y mil veces que el Lago Oscuro iba a cambiarme el alma y lo hizo, pues ya no podría estar lejos de casa, aunque no llegués nunca a amarla.

Tuki, tuki, tuki, tuki....