Conversando con el Duende durante la madrugada, después de encuentros femeninos cuestionando la actual masculinidad alivianada, salta la pregunta que me refleja mi propia debilidad... querer salvar al mundo y, en especial a ciertas almas, del aprendizaje que han elegido atravesar...
¿Quién soy yo para evitar que pasen por las experiencias que han elegido previamente?, ¿quién me ha colocado en la posición de hacer algo para cambiar el destino que sus seres internos elijan dentro de su libre albedrío?
Una de mis brujas responde a la pregunta aún no planteada...
"¡No podés hacer nada!, es una decisión de su alma si se hace cargo de lo que quiere y actúa según sus sentimientos o sigue siendo lo mismo que hasta el día de hoy ha decidido!". Sé que es verdad, sé que no me corresponde a mi actuar ya, sé que esta incluso es mi oportunidad de volar sin amarres, de tomar decisiones témporo-espaciales sin pensar en nadie más... pero como dice mi Duende: ¡Cómo nos cuesta no tratar de corregir caminos, de ayudar en el despertar de conciencias, soltar lo que no nos pertenece y seguir de largo como si no afectara mi corazón el verte fracasando!
Una vez más mi cuerpo asume esta posición de diosa natural, me reflejo en la Luna por las noches y las marcas en mi piel se alumbran cada vez que te recuerdo... pero lo dejo pasar, te mando un beso, te deseo lo mejor del universo, te saludo como si no pasara nada y me dedico a cumplir mi sueño, que es lo único que tengo.
Tratar de no pensar en lo que puede pasar... tratar de avanzar como si todo fuera por fin a calzar... tratar de no controlar... mi Virgo se estremece, tomo litros de Rock Water y dejo que sea el viento quien te acompañe... esperando que algún día decidás dar el paso, hacer tu magia personal y buscar un momento cotidiano.
Look into my eyes and hear what I'm not saying, For my eyes speak louder than my voice ever will.
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