La emoción que se ganó el derecho al insomnio

Aunque ella ha luchado con noches de insomnio previas, donde da vueltas en la cama sin ganas de nada y se pierde en historias externas, que aunque entretenidas sirven sólo para llenar el silencio de la noche que puede asfixiarla, esta vez la emoción que la embarga tiene derecho a sus minutos de no poder desconectar el cerebro de las palabras... nos vamos al Sur! Con el tiquete en mano muchas otras cosas se van soltando, de repente aparecen direcciones que ofrecen una vida de magia e ilusiones, un lago oscuro puede ocupar el lugar de la estrella en la ventana, aunque ella sabe que a este brillo no puede darle la espalda. Hay insomnio, sí! pero es producto del asombro, pues los detalles se van acomodando, las rutas se trazan cada vez con mayor claridad, las respuestas en el viento danzan libremente y el sueño no altera la mente. Es como si de pronto se retomara la vida, cuando no había noción de que estuviera perdida... como agua fresca que puede limpiar viejas heridas y no existe el menor peligro de echar a perder esta despedida. Algunas piedras sagradas aparecen en cada cuadro de la historia, simplemente Uruz que se mezcla con Laguz y Ansuz, para darle forma a esta meta... Me voy al SUR y el corazón salta con temor de desprenderse, pues ya no recordaba lo que era estar presente!