Los adioses

Adiós 1. Aunque con lágrimas en los ojos ellos comprenden que no pueden seguir caminando juntos, pues tienen sus patas atadas con cordeles de ideas y filosofías distintas de felicidad. Regresan con sorpresa al momento en que conjuraron esta pega y se despiden con ojos brillantes que reflejan aquellos besos y abrazos dados desde que su memoria recuerda. Son dos almas volando en libertad. Hay amistad de fondo, amor incondicional y una esperanza de volver algún día al país de las emociones que han marcado sus vidas. Simplemente por amor! Simplemente porque se alcanzó el perdón! Simplemente porque saben lo que son! Adiós MaGO Oscuro, no es un para siempre, pues los para-siempre ya no existen en este cuento de hadas, mariposas y dragones de chocolate amargo. Sabés lo que siento hasta que volvamos a encontrarnos, quizás ya libres de tanto desengaño!

Adiós 2. Lo tomo como un deseo de cierre. Fue un beso ritualista, que me recordó un poco la necesidad de olvidar dolores tan añejos que ya no caben más en esta relación. Fue un borrón y cuenta nueva a tu manera, que asumo desde mi lugar de alma compañera. Sé muy bien que no puede pasar de esta idea, aunque la naturalidad lo haga sentirse diferente, pues ya pasó el momento de compensarnos abandonos y les toca a ellos ser reparados en los distintos entornos. Sé muy bien lo que significaría caer de nuevo en viejos patrones antes de sanar heridas de terceros, por lo que devuelvo el beso no esperado, con el mismo ánimo de limpieza de sueños olvidados. Es un adiós diferente al primero!, pues falta aún mucho por aprender en el camino, comenzando por los roles que asumimos.

Adiós 3. Con la esperanza de que podamos disfrutar de nuestra conexión mundana y respetarnos los andares mágicos, me despido por un tiempo, sólo un tiempo de crecimiento! Es un adiós menos concreto, es un adiós de cotidianidad en la comodidad de nuestro hogar sin gracia, es un adiós que desea reparar deudas kármicas, es un adiós que añora con todas sus fuerzas poder continuar con lo que se quedó a medias. No sé por dónde lo haremos o si siquiera se puede soñar aún con disfrutar de ambos mundos de cristal, pero sí sé que sos mi querido vampirito, mi amigo de juegos, mi compañero de cama magistral, mi ser completo, mi apoyo incondicional, mi corazón en paz.