Piel con piel,
labio con labio,
corazón con corazón
y un gran signo de interrogación,
cuando están las ganas,
pero de tu boca sale tan gran decepción...
Comienza un nuevo año, una nueva oportunidad de dar pasos, se avecinan decisiones, grandes cambios en la cotidianidad, sólo queda entonces dar las gracias por lo aprendido, por las paces hechas con quienes hemos perdido y esperar a que el destino tenga compasión con estas almas que, sin recordarlo muy bien, aceptaron jugar en este camino... esta chispa universal ha vuelto a brillar y me pregunto... será que también tenes ganas de volar?
Me obligo a quedarme donde estoy, aunque la piel desee correr a montarme en ese avión. Me repito una y mil veces que mi alma sabe bien las decisiones que ha tomado, aunque el instinto natural me hale hacia vos aún sin ser ya lo pactado. Sé en el fondo del corazón, que este deseo de acompañarte en el brillo no es más que la costumbre de tomar tu mano, que al fin y al cabo, nunca ha durado más allá de un parpadeo o el roce de unos labios.
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