Iluminando espacios

Me fui a meditar con las enseñanzas de mis maestras,
me fui a escuchar mi voz interna,
me fui a preguntarle a mi niña qué es lo que desea,
me fui a responder cuestionamientos del alma que habita en esta mesa...

La luz iluminó la estancia directo al entrecejo
y como si fuera una película dramática se resolvió el misterio,
el juego del histerismo no es sólo capricho pasajero
sino una vivencia de libertad de corazón
que me permite volar a mi antojo de flor en flor.

Hay un puerto seguro porque las alas necesitan recuperar fuerzas,
hay un círculo mágico porque el hada es parte de las estrellas,
hay familia sanguínea que respalda decisiones espontáneas,
hay grupos wiccanos que refuerzan estructuras resguardadas,
hay amigos álmicos con quienes jugar sin caer en tentaciones superadas.

Voy brincando de brazo en brazo
llevando mi cuerpo a donde desee mi ser interno,
voy besando labios pasajeros
que me recuerdan que no existen compromisos ajenos.

Una voz resuena al final del sendero...
quiero que seamos felices y libres
entre nosotros,
con terceros,
con quien elijamos de pareja humana,
con el simple hecho de tirarnos en la cama.

Sé que habrá preguntas, dudas y temores,
inestabilidades en esto de ser simples colaboradores,
angustias por no saber cómo manejarlo
y gusto por probarlo.

Y así, la mujer de hielo terminó de derretir sus murallas,
permitió que entrara nuevo aire a sus esperanzas,
se dejó visualizar un mundo de honestas palabras
y te da la bienvenida a su realidad y tu fantasía...