cuando sabés que ambos están luchando para no caer en la tentación de dejar volar las mentes
y controlar las manos alejándolas del fuego quemador,
cuando existe la conciencia de las disonancias pero es más fuerte el aroma de las pieles que nos tironean los brazos.
Que difícil cuando la mente entiende lo que el cuerpo no quiere escuchar,
cuando nos vemos a través del cristal que sabemos nos va a juzgar,
porque estoy consciente que no sería sólo desde mi mundo
sino que el tuyo también cuestionaría la unión de conjuntos.
Que difícil que aún conociendo las verdades de ambos lados
pesen menos los compromisos anteriores que lo que se está gestando
y que sepamos que si no nos detenemos simplemente arrasamos
con sueños, promesas, deseos que están fuera de nuestras manos.
Te veo a los ojos,
observo ese brillo que ya me habían predicho,
y aunque sé que no sos el único con quien he brillado,
tiemblo con sólo tenerte al lado
pues puedo ver el mismo temor que estás notando en los míos
y sólo podemos decir... "¡qué difícil no besarnos, si no podemos dejar de encontrarnos!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario