Aburridas rutinas

Después de saber que Mercurio es mi planeta regente,
este dios Locky que vuela por los aires llevando mensajes,
quien baja a los cielos y sube a los infiernos con igual facilidad,
puedo entender mejor mi tendencia a salir volando
cuando las rutinas me llenan las manos...

Me cansa el día a día cotidino,
me cansan las noches donde recorremos lo ya andado,
me cansan los planes que no tienen sorpresa,
me cansa rogar por algo de intensidad,
me cansan los comportamientos fríos,
me cansan los hacer sin bríos,
me canso... simplemente me hastío
cuando no existe creatividad para reaccionar espotáneamente,
cuando todo se piensa mil veces,
cuando se acaba la complicidad que puede darte el querer jugar...

Sé que el problema es mío,
porque comparo todo con lo que fue mágico y conectante,
pero no puedo evitar recordar que aunque no fue perfecto,
hubo momentos de mutuo acuerdo,
donde sin decir palabras podíamos saber lo que al otro le pasaba,
donde una caricia se convertía en un remolino de emociones,
una sonrisa podía tener implícitas mil provocaciones,
un beso tenía la medida exacta para subirme a los cielos
y una mirada podía desvertirte con sólo encontrarme a lo lejos.

Me aburren últimamente todas las rutinas,
cortas y largas,
conocidas y temporales,
quizás espero demasiado de quienes no son magos
y hasta irme por los tejados está comenzando a saturarme la piel,
convirtiéndo mis ganas en un eterno vaivén.

¿Dónde estarás en una noche de frustraciones continuas?
¡¡Bueno... ya lo sé!!
¡¡Gracias por simplemente estar ahí!!