La bruja del cuento

Respiro para poder expresar lo que he sentido últimamente,
sin caer en la rutina de reclamos de siempre,
sólo necesito poner afuera lo que me carcome la paz interna...

Después de perdonar incontables desiluciones,
después de dejar pasar tantos errores,
después de ser la idiota que se guardaba palabras,
después de acallar señales claras...
ahora resulta que al tomar la decisón de no mantener el juego
soy la malvada que te arrastra por los infiernos,
aquella que por poca paciencia no supo olvidar las penas,
quien se va de la nada sin explicarte siquiera...

Pues esta bruja se cansó de ser cornuda,
quiso quitarse la venda de los ojos
y verte má allá de las falsas promesas,
recordó que alguna vez fui completa,
que no necesitaba de tu presencia para marcar la tierra.

Esta bruja ya no cree en sonrisas pasajeras,
ahora dice lo que siente, sueña y piensa,
se va de la nada a volar por montañas viejas,
disfrutando de las nuevas luces que la orientan.

Esta bruja... que tanto daño te está haciendo,
que no escucha ya tus gastados lamentos,
que está harta de reclamos y tormentos,
que no quiere saber más de tus ruegos...
esta bruja te desea de corazón que encontrés un nuevo amor,
porque creo que todos merecemos ser felices,
que no existe en este mundo un sólo amanecer triste
y que si vos estás mejor también puedo ser más libre yo!

Había una vez una bruja de cuento
que te amó tanto que olvidó sus propios sueños,
compartió con vos sus últimos alientos de independencia,
te siguió hasta el final del camino sin cuestionar la realidad
y hasta que no chocó de frente con palabras hirientes y envenenadas,
creyó en tu rol de caballero protector de las damas...

Aún creo en el fondo de mi alma
que todo acto del momento es respuesta a un dolor incontrolable,
pero espero que con el pasar del tiempo
no te arrepintás de manchar mi imagen,
pues si sale a la luz la realidad
quedo yo más en pie,
que vos con tu corte de seguidores fáciles.

Después de tantos años entonces,
cuando creía que tu corazón había realmente latido junto al mío,
escucho en el fondo de la memoria lo que me confirma el ahora
y no tengo ganas de seguir sintiendo culpa por imágenes tontas.

Te amé... lo sabés,
te odié... también lo pudiste reconocer,
te quise como al amigo de mis días perdidos.... negarlo no podés,
te he respetado aunque no merecías el auxilio,
te dejo ser más allá de un después...
esta bruja de quien tan mal has hablado,
te agradece lo aprendido a lo largo de los años
y siento que por fin puedo decirte CHAO!