Cada palabra va calando en mis células, despertando memorias sabias y viejas. Cada frase me eriza la piel al hacerme entrar en conciencia... y simplemente voy reacomodando ideas.
Un punto de luz se genera desde el centro de mi pecho, que me recuerda la verdad detrás de las intenciones, la paz que conllevan los deseos encontrados y la claridad que me da el saberme caminando...
Texto tomado de las palabras sabias que me han mantenido con pies en la tierra en los últimos días:
"Sin embargo, sería
muy complicado construir una relación de pareja entre dos personas que
funcionan de maneras radicalmente opuestas, con visiones de mundo y objetivos
irreconciliables. Por ejemplo, supongamos que en una pareja uno de los miembros
siente el impulso de desarrollarse espiritualmente, mientras que al otro no sólo
no le interesa lo espiritual sino que además no respeta la espiritualidad de su
pareja; evidentemente una relación que tenga esas condiciones difícilmente
permitirá el pleno desarrollo de sus miembros. Es poco probable que llegue a
ser una relación equilibrada y armoniosa porque uno de los miembros hala hacia
una dirección y el otro hacia la otra opuesta (Aun Weor, 1950/1996).
Para que una pareja
se convierta en un terreno fértil, donde sus miembros puedan desarrollar sus
inquietudes espirituales, se requiere que estos sean afines en los diferentes
niveles de manifestación humanos: sentimientos, pensamientos y acciones. No
estamos hablando de que sean idénticos sino de que sus formas de pensar, sentir
y actuar puedan llegar a complementarse armónicamente. Así, en lugar de entrar
en una disputa constante para obligar al otro a que se acomode a mi visión de
mundo, intereses y objetivos, ambos coincidirían en su forma de ver la vida,
pudiendo apoyarse mutuamente para desarrollarse tanto en las exigencias de su
cotidianidad como en su espiritualidad. Ambos estarían caminando juntos, construyendo
juntos una relación de pareja que permite el mutuo desarrollo (Naldaiz, 2011a).
Esto es aplicable no
sólo para aquellas parejas cuyos miembros tienen inquietudes espirituales sino
para cualquier relación de pareja, al no existir afinidad entre sus miembros la
vida en pareja resulta difícil de
sobrellevar. “Para
que haya Amor se necesita que exista una verdadera comunión de almas en las
tres esferas del Pensamiento, Sentimiento y Voluntad” (Aun Weor, 1950/1996, p. 20).
Que los miembros de
la pareja compartan inquietudes espirituales –que ambos dediquen su vida a la
toma de Conciencia, a la muerte mística de sus defectos psicológicos y a la unión con sui Ser Interior Profundo-, se convierte en un impulso para el proceso
de cada uno de ellos (Aun Weor, 1954). Si bien es cierto que sus procesos son
individuales, eso no impide que puedan apoyarse en su búsqueda espiritual; al
contrario, el proceso de uno puede ser muy enriquecedor para el otro, pueden
compartir sus inquietudes, dudas, comprensiones, etc. (Naldaiz, 2011c). Las
crisis emocionales de uno pueden posibilitar la toma de conciencia del otro,
ayudarle a desarrollar el respeto, la tolerancia, la solidaridad, etc. Además,
tener afinidad a nivel espiritual es fundamental para poder vivir una
sexualidad orientada a la integración con el Ser, de la cual hablaremos más adelante (Aun Weor, s.f.)."
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