martes, noviembre 27, 2012

Decido que no quiero quererte

¿Qué hacemos con el corazón ingenuo que se ha entregado a quien no lo merece? -- me pregunta en privado uno de mis compañeros de aprendizaje terrestre. ¿Por qué seguimos atrayendo estos patrones de relaciones que tanto nos desagradan y lastiman? -- comenta una de las brujas grupalmente... Todos hemos sido testigos del derrumbe emocional que implicó un encuentro álmico pactado para el despertar de conciencias, todos hemos experimentado nuetros propios terremotos destructivos este año... y aún así, nos preguntamos... ¿qué debemos hacer para ser parte del cambio?

Una de mis compañeras ha estado repitiendo, quizás inconscientemente, la forma de lograrlo: salir del patrón que por resonancia estamos atrayendo, romper con comportamientos pasajeros que nos han acompañado desde el comienzo y explorar las nuevas oportunidades que nos da la vida, revisando por qué será que lo sano no nos conecta con la adrenalina...

Yo comienzo a encontrar mi respuesta. Siempre lo he dicho en son de broma, pero tiene una verdad de sobra... Johnny Depp me echó a perder la imagen de hombre ideal desde que en 21 Jump Street (la serie original), era el hombre-niño malo que ocultaba una imagen tierna incomprendida, deseando salir a la luz si en confianza se sentía. Siempre lo he repetido como una excusa tonta para la atracción que siento por este patrón de comportamiento masculino, pero en realidad, desmenuzando las personalidades que me atrapan y destruyen el muro de cristal, ciertamente todos comparten esta descripción medio dark.



Así que de regreso de un intercambio de ideas en Rapa Nui, cuando caigo en cuenta de que me emociona entrar en esta Fábrica de Chocolate al estilo Willy Wonka (uno de mis personajes favoritos de Johnny Depp y de los más retorcidos que ha hecho), me propongo dejar de quererte, romper con el patrón enfermizo que me atrajo con sólo verte y abrirle las puertas a nuevas energías que coincidan mejor con lo que quiero de ahora en adelante para mi vida.

Sé que no es fácil, pues no tengo claro exactamente aún qué deseo, pero podría comenzar con una personalidad abierta, que no tema mostrar sus emociones, que sienta atracción física, emocional, mental y espiritual por mi persona completa y que me mueva de la misma forma con sólo tenerlo cerca; que sea lo suficientemente sensible como para saber conectar con mi alma y tan valiente que no le tema a la fuerza con que ésta se expresa, que no tenga dualidades en su corazón y sepa qué quiere conmigo al realizar cada acción, que tenga los recursos para no dejarse vencer por dificultades cotidianas y me apoye en las decisiones trascendentales que deba tomar más allá de las mundanas; que sepa de magia, de amor, de naturaleza interna, de crecimiento espiritual, de buscar cumplir los sueños y un poco más allá; que disfrute de su trabajo al punto de que no necesite que yo renuncie a mis tiempos por acompañarlo, pero que comparta actividades lúdicas por sólo desearlo; que sepa poner límites al qué dirán externo y no dependa de su familia para respirar; que guste de bailar, de salir de noche, de caminar en el bosque, de explorar nuevos senderos y lugares de encuentros... ¿será mucho pedir por el momento?

Así que hoy decidí dejar de quererte, te borré de mi vida virtual, física y emocional, te saqué de mi cuerpo y mis noches, te envié un beso con el viento y te dije adiós a gritos mientras me iba desprendiendo de tus recuerdos... hoy tomé la decisión de dejar de esperarte, dejar de justificar tus ausencias, dejar de buscarte; simplemente no volver a amarte, pues no sé que pasará en el futuro cuando regrese a la tierra que me dio raíces, pero sé que por ahora no quiero seguir desgastada, preguntándome cuál será el siguiente paso en esta historia ya juzgada.

Hubiera sido casi perfecto... pero tu cobardía ante los sentimientos hicieron que un gran muro de cristal se levantara entre nuestros miedos y me mantiene distante aunque no lo quiero, me refleja además tu silencio y una inestabilidad y desconfianza que me come por dentro... elijo entonces no continuar con el juego... elijo seguir mi camino con quienes voy creciendo e integrar los aprendizajes que tuve a través de nuestros encuentros.



Decido no quererte... decido no seguir queriendo-te... hoy decido retomar mi fuerza natural y recordar por qué soy yo y nadie más...

1 comentario:

  1. hermosa... hoy, mañana y siempre, las elecciones que hacemos nos marcan la vida y por eso debemos elegir con el corazón y con la cabeza fría ;) ... recordás que ayer te lo dije??? bue.... pero te quiero igual versera ;*

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Cuando soñamos las cosas parecen más reales...

el sueño nos conecta con nuestro mundo interno